jueves, 19 de junio de 2014

NADA DURA PARA SIEMPRE Por Gaby Carmona Astudillo

Gaby Carmona Astudillo
Cómo serpiente se desplazaba de un lugar a otro, sigiloso, astuto, sus pasos eran celosamente cuidados por sus incondicionales, siempre de huarache y sombrero, simulaba ser un campesino comprometido con la causa popular pero en el fondo no era más que un mercenario, un señor de horca y cuchillo.
Su disfraz de hombre de campo y su manipulación con quienes ingenuamente creyeron que lo único que lo movía era la defensa de sus tierras, la realidad estaba lejos de esa lucha. Aprendió a manejarse con una actitud de reto a la autoridad, a quien constantemente desafiaba y denostaba hasta que alcanzaba el objetivo: los millones de pesos que demandaba.
Encontró en el gobierno priista la mina de oro con la que chantajearía a los próximos gobiernos. Fueron públicos los enfrentamientos que tubo con el gobierno de Zeferino Torreblanca a quien finalmente doblegó y al que a pesar de su “firmeza” en aplicar la ley se hizo de la vista gorda y ante el temor prefirió no aplicar la ley.
Con la llegada de Ángel Aguirre al poder estatal, la situación no sería diferente, pretendió doblegarlo con plantones, bloqueos a las instalaciones de CAPAMA en esa zona, alegando una demanda justa, quizá, pero el método no se justificaba.
En una muestra de buena voluntad, el gobierno de Ángel Aguirre, acudió a la Asamblea que el CECOP organizó en esas tierras, en donde, mañosamente pretendió obligar al gobierno del estado a firmar un documento en donde rechazará la construcción de la presa “La Parota”,  pero con lo que no contaba el líder del CECOP,  es que el gobierno del estado no firmaría ninguna minuta de nada, hecho que molestó al dirigente.
La danza de los millones exigidos no se no hizo esperar y como no encontró eco en sus peticiones  “campesinas” emprendió la arenga, tomo las gravilleras, cerró las compuertas de agua de la capama y hasta amenazó con envenenar los pozos de agua que surten al puerto de Acapulco. Se enfrentó públicamente con el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, quien no solamente se negó a otorgarle el dinero exigido y que además el ayuntamiento no tenía sino que se llegó hasta las amenazas de parte del hoy preso.
Sin embargo, Luis Walton jamás cayó en las confrontaciones por el contrario siempre estuvo por el diálogo pero con respeto y que los beneficios fueran exclusivo para los campesinos, no para un dirigente.
Sin embargo, cuando menos se lo esperaba y sin tanto ruido, tal como deben ser las cosas, fue detenido cuando confiado caminaba por la calle, seguro de que a la autoridad no se atrevería a detenerlo ante el temor de lo que pudiera venir, sin embargo, fue detenido y como delincuente común y corriente fue exhibido, esposado de pies y manos. Aunque su detención fue por otras causas, el primer paso está dado. Veremos que pasa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.