Recuerdo mi infancia, y así recuerdo la historia de México y del mundo.
Nuestro país son los pobres, los obreros, las calles, las viviendas, la esperanza y los sueños que nos cubren como el cielo de Quetzalcoatl o Huitzilopochtli. En sí, otorgar a cada mexica el progreso, es la idea de conseguir el ideal de la Carta Magna y de los acuerdos para el bien común, es el quehacer de cada gobernante ante sus gobernados. De esa manera, la capital de la política es la inventiva, que siempre da a conocer la filosofía de cada individuo. Por ejemplo, el 12 de octubre, llamado en su mayoría Día de la Raza para los países hispanoamericanos, se conmemora lo que Cristóbal Colón supuestamente descubrió. América. Celebran lo que cada día investigan y concluyen, el hurto de las raíces, el conocimiento y la identidad, las versiones se antojan para diversificar. La fiesta tiene el nombre de Día de la Hispanidad, en España; en Argentina, como Día del Respeto a la Diversidad Cultural; en Nicaragua y Venezuela, como Día de la Resistencia Indígena. El avistamiento de Rodrigo de Triana en 1492, y los documentos de Américo Vespucio, dieron obra para que la Iglesia soltara en estas tierras la evolución de un futuro hostil. Desde el pico del Norte hasta el pico del Sur, los estados han estado en una mutación que reside en la protesta de grupos hacia la ley y justa convivencia de naciones.
Cultura, instrumento para apaciguar la razón; el arte, para distraer al corazón, una sentencia poética que emana de la mente de quien controla, de quien unge el poder, de quien vigila, de quien planifica y de quien seguramente sabe a dónde vamos y de dónde venimos. Estoy en desacuerdo con la brecha política que ha servido como referencia histórica, son eventos de solapación, que bien se pueden traducir en violencia psicológica contra la sociedad. Es la médula del problema. Aunque se puede moderar, y por qué no, eliminar. Subsiste porque el poder agobia intereses y alimenta traumas para documentar la patología social de los siglos, así como episodios enteros para entender la antropología aplicada. Porque vivimos en una cultura global mediada en la falta de instrucción, o escasa en los asuntos benevolentes. Aunque la solución sin temor a equivocarme, viene del espíritu. Ayer dos de octubre, a 47 años de un evento violento en nuestro país, en la época presidencial de Gustavo Díaz Ordaz Bolaños, también se colaboró el denominado Tratado de Tlatelolco, para luego surgir el Organismo para la Proscripción de Armas Nucleares de América Latina (OPANAL). A toda acción una reacción, tal como le sucedió a Luis Echeverría Álvarez, con “El Halconazo” o la matanza del Corpus Christi; o bien, a nuestros hermanos argentinos, cuando socavaron sus derechos los “milicos” con el Peronismo; en Chile, con Augusto José Ramón Pinochet Ugarte; en Colombia, las FARC; Hugo Chávez, en Venezuela y sus trifulcas nacionalistas. Ya hubo distracciones armamentistas, como las del Partido Comunista del Perú llamado Sendero Luminoso, en Chiapas el afamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, dirigidos por un Subcomandante, y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. La gobernanza en México se desfragmenta por los estallidos sociales, generados por brazos armados en beneficio de intereses no colectivos ni comunitarios, sino más bien privados e individuales. Y todo frente cívico o corriente victimizado es intervenido y auspiciado para el bien de un grupúsculo.
Necesitamos leyes que nos recuerden para qué servimos y de qué estamos hechos. Se debe preservar el origen científico de la raza humana y conocer con exactitud el mundo, el cosmos, su composición. La humanidad es atentada, se ha mermado la paz por la frivolidad y por el ego de quienes desdibujan un partido político, o de quienes ocupan un espacio de elección popular. Se comprende por la excusa de un imperio gozoso por continuar una monarquía caduca, o un gobierno incorrectamente democrático, desde la República o la oligarquía. En América Latina, la explosión demográfica y los inventos de observación, se consolidan y nos vuelve insensibles, nos convierte en culpables, hasta que no se compruebe lo contrario. La intención real de la verdad y del órgano inicial de la vida, de la libertad, el amor y la felicidad, han sido cautelosamente dañados. De una manera malvada nos confrontan con nosotros mismos, es por ello que se deben crear ideas que salvaguarden nuestra integridad, hasta nuestro hogar y nación. Por lo tanto, las conquistas de ahora deben ser, lograr el abastecimiento alimentario, el suministro de agua potable, la protección del ecosistema y la naturaleza. Las cuales, biológica y químicamente están malversadas por la creación de tóxicos o elementos químicos que proliferan por el capitalismo desmedido.
Hoy se cumplen 63 años de la prueba Hurricane, el haber detonado un artefacto de 25 kilotones en las costas de la isla Trimouille, al norte de Australia, consolidó al Reino Unido como el pionero delas bombas atómicas. Entre otros niveles de autoridad. Con ello, quisieron superar a Fat Man, la que devastó Nagasaki el 9 de agosto de 1945. A eso me refiero, ¿tiene lógica ser humano y autoproclamarnos racionales? En contraparte, mañana es Día Mundial del Animal, conmemorando a San Francisco de Asís, quien se despojó de sus riquezas para servir y auxiliar a hombres, mujeres, niños, ancianos, y a los irracionales que tenemos de mascotas o viven en su hábitat o en la calle. Sin nada a cambio el santo “patrono de los animales y de los ecologistas” procuró a los seres vivos. Hoy como mañana, recordemos que todos somos hermanos, recordémoslo.
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