MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN |
En la entrega anterior, que titulé ¿Más de los
mismos?, referí: “Por eso, los anuncios de Jaime Rodríguez Calderón
“El Bronco”, Silvano Aureoles Conejo y Francisco Domínguez Servién, de que en
Nuevo León, Michoacán y Querétaro, aplicarán la ley, revisarán cuentas,
hurgarán cajones y archivos, descifrarán conceptos y relaciones de obra
pública, desmantelarán a la fuerza aérea y cortarán el combustible a los
aviadores, entre otros etcéteras de fino concepto amanuense, son alimento
mediático para el populacho que demanda cortar cabezas y la picota”.
Y mire usted: 24 horas después, el
colega Ricardo Alemán, en su columna Itinerario Político, en la edición de El
Universal de este jueves 8, se refirió al bandido que resultaría Jaime
Rodríguez Calderón “El Bronco” en su propia paráfrasis del discurso de toma de
posesión de que “se acabó la fiesta a los bandidos”, porque entonces comenzaría
la de su grupo en el poder desde el sábado último en el estado de Nuevo León.
Y es que, conforme con la información
contenida en la columna de Alemán, “El Bronco” resultaría la decepción para
quienes, copiosamente, votaron por él de forma tal que arrasó en el proceso
electoral como candidato independiente que ofreció el oro y el moro a los
ciudadanos nuevoleoneses, quienes han creído a pie juntillas que habrá
justicia, se encarcelará a los delincuentes de cuello blanco que se
enriquecieron o hicieron más ricos en el gobierno de Rodrigo Medina.
Ricardo Alemán, con información
elemental de reportero que es, alude a las propiedades de las que se hizo El
Bronco en años recientes, luego de vivir prácticamente como arrimado en una
casa que era del padre de su segunda esposa tiene hasta caballos pura sangre.
¿De dónde la riqueza insultante de la que no dio cuenta en campaña? Y, bueno,
ahí nombres, apellidos y mañas de sus cercanos colaboradores.
No había que ir más allá porque dicen
que el amor y el dinero no se pueden ocultar y menos cuando el poder marea. Que
se sepa, de Jaime Rodríguez, Silvano Aureoles Conejo y Francisco Domínguez no
se conoce una declaración patrimonial con fe pública.
¿Cuánto se gastó El Bronco en su
campaña? ¿Quién fondeó los recursos para esta aventura que cuajó con el
triunfo? Hay evidencia de que empresarios constructores, incluso del Estado de
México, aportaron recursos para solventar los gastos de campaña de Jaime
Rodríguez, que hoy fanfarronea hasta con el tipo de transporte que utilizará
para ir a trabajar. Puede ser una motocicleta, pero si es cercano al ciudadano
común, entonces que use el Metro o las peseras.
No, no tardaron mucho los
malquerientes de El Bronco en abrir los expedientes que el hoy flamante
gobernador de Nuevo León, se ocupó en guardar celosamente en campañas. Y que no
venga a decir que esa información la filtraron desde el gobierno federal para
descalificarlo. No, este es un asunto que se conocería más temprano que tarde.
¡Ah, qué caray con don Bronco! Y,
¿quién sigue? Silvano ha declarado que es un político que vive con medianía y
tiene unas propiedades nada presumibles. ¿Y Pancho Domínguez? No dude usted
que, en breve, conoceremos de qué tamaño es la fortuna de estos gobernadores
que anunciaron la aplicación de la justicia en los equipos de sus antecesores,
mas no han hurgado en los patrimonios de sus cercanos colaboradores que no son
exactamente filántropos o humildes políticos que viven de su salario.
Y es que, el asunto de la corrupción,
de acuerdo con Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, es un mal
endémico y difícil de combatir. Por eso y porque varios prohombres de Acción
Nacional han sido denunciados por actos de corrupción, tanto que en un acto de
contrición, Anaya se ha convertido en el principal impulsor del Sistema
Nacional Anticorrupción.
Este jueves, en su
participación en el Foro “Transparencia Electoral y Partidos Políticos”, dentro
de la Semana Nacional de la Transparencia, Anaya reflexionó:
“De tal manera que sí es la corrupción un problema
costosísimo y gravísimo para nuestro país. Una primera pregunta que nos tendríamos que hacer
es si la corrupción es un problema cultural o un problema institucional;
ustedes saben que hay quien piensa que es un problema cultural.
“A nosotros nos parecer una barbaridad de
interpretación porque si es un problema cultural pues resignémonos, los
mexicanos somos culturalmente corruptos y por lo tanto seguirá habiendo
corrupción.
“Si el problema es de diseño institucional, entonces
sí hay una solución, necesitamos reformar, necesitamos que las instituciones
funcionen de mejor manera, necesitamos realinear incentivos y podemos acabar
con ese problema, como han avanzado de manera importante muchas naciones del
mundo.
“Yo diría, ¿hay una cultura de la corrupción?, sí.
Pero eso no significa que seamos culturalmente corruptos, son dos cosas muy
distintas”.
Pues
sí, bien por esa reflexión, pero indudable acto de contrición, tanto que en su
equipo de campaña debió nombrar a un zar anticorrupción para combatir a la
corrupción dentro del partido.
En fin. Lo cierto es que
los tres nuevos gobernadores de Nuevo León, Michoacán y Querétaro están
obligados a publicar su status económico, explicar de dónde vienen sus recursos
y propiedades, aunque suene como curarse en salud, abrirse al escrutinio
público en apego a la Ley de Transparencia.
Lo dicho, El Bronco
resultó más de los mismos. ¿Dirá que le inventaron las propiedades y que su
cuaco azabache es en realidad un jamelgo disfrazado de árabe de pura sangre?
Por sus obras, promesas y discursos los conoceréis. Se los dije. Conste.
VIERNES. Por cierto, el que
evidenció mala fe o falta de conocimiento financiero, fue el diputado local
perredista mexiquense Javier Salinas –ya fue diputado federal-- quien para
atraer reflectores, acusó al gobierno del Estado de México de haber ocultado
información presupuestal del 2014. Pero… todo está reportado en la Cuenta
Pública que el Ejecutivo entregó a la Legislatura local y regulado por el
Código Financiero. Don Javier ni leyó bien ni sumó bien.
UNA MÁS. Esta es una recomendación para la oficina
del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el doctor Miguel Ángel Mancera. Hay un correo que, de manera anónima llegó a varios reporteros y
columnistas, en el que una persona que perdió su empleo en la delegación
Tlalpan, acusa:
“Por este
medio manifiesto mi inconformidad ante las diversas situaciones suscitadas en
la jefatura delegacional en este cambio de administración desde el 1° de
octubre del presente por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa Delegacional en
Tlalpan y su Secretaria Particular Luisa Elena Abreu González quienes le
han otorgado “poder” a su chofer C. MARIO TOLEDO RAMIREZ empleado de base desde
el 1° de febrero del 2003
NUM EMPL. 824195 N O M B R E TOLEDO
RAMIREZ MARIO R.F.C. TORM781118-Q16 N.A 17.0 FECHA G.D.F. 01/02/2003 N° PLAZA6100159 CODIGO CF53034 PUESTO SECRETARIA DE LA
OFICINA. DE SPS-33 FUNCION
REAL CHOFER ADMINISTRATIVO”.
El texto
es más amplio, pero en esencia el punto es un ejemplo más de corrupción y
tráfico de influencias en la esfera pública. ¿Se investigará? Digo.
@msanchezlimon
Vanguardia Digital
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