Todavía
está enardecida la población de Chilpancingo, por el paro al transporte público
el pasado jueves 28 de abril, que provocó la muerte de un ciudadano, heridos de
bala cuatro policías federales, un sin número de lesionados -por el desbloqueo
a la Autopista del Sol- y la detención de más de 70 “sierreños”, manipulados
por corruptos líderes. El crimen organizado, que ejecutó la movilización, se ganó
el repudio generalizado de los capitalinos guerrerenses.
El
desalojo a la Autopista del Sol a manos de policías federales, fue un acierto
de la Federación, con amplio respaldo del gobierno estatal que encabeza el
mandatario de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. La delincuencia organizada
pretendió condicionar y poner de rodillas al gobierno estatal, pero les
fallaron los cálculos; la movilización se les salió de control.
Lo
que queda claro después de los violentos hechos, es lo siguiente: Que el
gobernador Astudillo Flores, nunca ha pactado ni pactará acuerdos con la
delincuencia organizada, como se lo insinuó el dirigente transportista de la
sierra, Servando Salgado Guzmán, quien luego de los hechos salió huyendo del
municipio de Chilpancingo.
El
pacto que ha signado Astudillo Flores, es con la ciudadanía, para defender los
intereses de la población, de los usuarios del transporte público, no con las
minorías, y menos con grupos del crimen organizado. Qué mal se vería el
gobernador, doblegado ante los grupos delincuenciales, en tanto éstos cierran
la Autopista del Sol. Héctor, sólo aplicó la ley; la gente lo aprobó y lo sigue
aprobando. La gente ya está harta de bloqueos.
A
cinco días de ocurridos los violentos hechos por el desalojo de los
contingentes de “sierreños” que bloqueaban la Autopista del Sol, a través de
las redes sociales, y por otros medios informativos, la ciudadanía respalda la
actuación de los policías federales antimotines y la plena disposición del
gobernador Astudillo Flores, para que la ley se respete. No existen
manifestaciones en contra de ningún nivel de gobierno.
Solo
la Comisión de Derechos Humanos de Guerrero (CDHG), recibe querellas de
familiares de más de 70 “sierreños” detenidos. El aguirrista presidente de la
CDHG Ramón Navarrete Magdaleno, siempre se caracteriza por defender a
delincuentes, y no es extraño que lo haga en defensa de los bloqueadores de la
Autopista del Sol y los anarquistas, aliados de éstos. Ya es su -mal-
costumbre.
Al
final de cuentas, lo que también queda muy claro es que el trasporte público está
infiltrado por el crimen organizado, pero además que los concesionarios de los
permisos no tienen ningún compromiso social con los usuarios, sino con sus beneficios
particulares ($).
Los
permisionarios, no otorgan IMSS e ISSSTE a sus choferes; éstos, no dan boleto a
los usuarios cuando cobran pasaje. Los concesionarios, exigen exagerada cuenta
($) a los choferes; por eso andan corriendo como locos (estresados) provocando
accidentes.
Los
permisionarios, no dotan de uniformes a sus choferes. La mayoría de los
conductores, parecen pandilleros, andan desaseados, algunos conducen ebrios (o
“chemos”) y a gran velocidad; no respetan señales de tránsito ni rutas, y
tratan mal a los usuarios, entre otras muchas anomalías.
Los
conductores paristas de vehículos de alquiler –Urban, taxis y camionetas
mixtas-, son simples borregos manipulables, sin prestaciones laborales, sin
seguros de vida, ni sueldos (ganan porcentajes), sin uniformes, sin
capacitación, sin derecho a nada.
Pero
también queda muy claro que los concesionarios de los permisos, son eso:
concesionarios, NO dueños de los permisos. El DUEÑO de las concesiones es el
gobierno estatal; y el día, y la hora que quiera, se las pueden quitar.
El
gobierno hasta puede liberar el transporte, y se acabaron los conflictos. Todos
podrían tener permisos y explotarlos en una competencia limpia, sin la
injerencia de la delincuencia organizada, que pudo manipular un movimiento
hasta provocar violencia con resultados nada gratos como los acontecidos el
pasado jueves 28, cuando se soltaron los demonios… Punto.
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