Al ver que la campaña de José Antonio Meade Kuribreña no levanta para nada, el PRI ha decidido que el tecnócrata Enrique Ochoa Reza se vaya de la dirigencia nacional por inepto.
En su lugar llega el ex gobernador de Guerrero y ex subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación,René Juárez Cisneros, a quien se le puede definir como un hombre institucional, discreto y experimentado en la operación política. Lo contario a Ochoa Reza.
Juárez Cisneros viene de abajo y sus estudios profesionales los realizó en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Su llegada al Comité Ejecutivo Nacional del PRI genera optimismo entre la militancia de dicho instituto político que se sentía excluida por el grupo del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray.
Pero “El Negro” –como conocen al ex mandatario guerrerense– está consciente que es un gran reto levantar la campaña de Meade; sobre todo, a dos meses de la elección y en el que el tricolor y sus aliados de Nueva Alianza y Verde Ecologista están en el tercer lugar de las preferencias ciudadanas.
Sin embargo, hará algunos ajustes para que a su partido no le vaya tan mal en la elección de diputados federales y senadores, que es la verdadera apuesta, porque sería catastrófico para el PRI perder presencia en el Congreso de la Unión.
Desde antes de la designación de José Antonio Meade como candidato del tricolor, comentamos que era un desacierto, ya que los priistas de abajo no se identificaban con él por su condición de “no militante” y por haber colaborado en un gobierno panista. Y sobre advertencia no hay engaño.
Enrique Peña Nieto se equivocó en hacerlo candidato y no dejar que un priista de cepa fuera el que diera la cara para retener la Presidencia de la República. Perfiles había… y de sobra.
Además, el mal gobierno de Peña Nieto iba a ser el principal talón de Aquiles del que fuera candidato del tricolor. Y no se diga el robo descarado que cometieron los ex gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, Javier Duarte de Ochoa, César Duarte Jáquez y Roberto Borge Angulo, respectivamente.
En la mayoría de las encuestas que se han realizado desde que arrancaron las campañas, ponen a Meade en un lejano tercer lugar.
Andrés Manuel López Obrador, de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES), le lleva más de 20 puntos de diferencia. Y Ricardo Anaya Cortés, de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC), supera a Meade por 12 puntos.
Si en estos momentos fueran las elecciones, López Obrador ganaba con la mano en la cintura la elección presidencial. De eso no queda ninguna duda.
El futuro del PRI se define en el segundo debate presidencial que se llevará a cabo el próximo 20 de mayo en Tijuana, Baja California.
Si Meade sigue a la baja, el tricolor tendrá que tomar una decisión complicada pero necesaria. O sea, sacrificarlo políticamente para no seguir haciendo el ridículo en la contienda y ejercer el voto útil a favor del abanderado del Frente. Claro, si es que quieren impedir la instauración de un gobierno populista para los próximos seis años.
Faltan dos meses. Nadie tiene seguro nada. Los números se mueven constantemente y recordemos que el dinosaurio no está muerto, siempre ha estado ahí.
El 1 de julio se verá la verdadera encuesta.
ENTRE OTRAS COSAS… Mientras René Juárez Cisneros se empodera del CEN del PRI, su pupilo Heriberto Huicochea Vázquez anda muy apagado en Guerrero.
Nomás logró que su nombre fuera colocado en la lista de diputados locales pluris... y se echó a la hamaca. ¿Así piensa ganar el priismo con dirigentes grises como Huicochea?
Ojo, don René.
Comentarios: E-mail: efrain_flores_iglesias@ hotmail.com; Facebook: Efraín Flores Iglesias; Twitter: @efiglesias
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.