Juan Alarcón Hernández |
• Mi cargo no es vitalicio, sino inamovible, puntualiza el
ombudsman
• Reconoce que padece cáncer, pero que está lúcido, completo
y trabajando
Chilpancingo, Gro., 11 de
agosto de 2013.— El presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos
Humanos del Estado (Coddehum), Juan Alarcón Hernández, puntualizó que los
“Sentimientos de la Nación”, dados a conocer por el Generalísimo Don José María
Morelos hace 200 años en esta ciudad de Chilpancingo, siguen vigentes, pues no
se han cumplido todavía, dado que hay opulencia y pobreza en el país. “Sus
principios y mandatos son vigentes”, enfatizó.
Por otra parte, el ombudsman
guerrerense precisó que su cargo no es vitalicio, como algunos aseguran, sino
que tiene el carácter de inamovible hasta su jubilación.
Dijo que “algunos diputados
opinan sobre el carácter vitalicio del presidente, pero están equivocados”,
tras reconocer que su salud no es la misma, lo que no quiere decir que no esté
lúcido al cien por ciento de sus facultades mentales. “De lo contrario ya me
hubiera ido del cargo”, agregó.
En entrevista con Notymás,
el ombudsman guerrerense reconoció que padece cáncer, enfermedad que ha venido
atacando desde que se lo detectaron en noviembre del año pasado, por lo que
acude a la ciudad de México, para recibir tratamiento médico.
Sin embargo, señala, estoy
al pendiente de los trabajos de la Coddehum, dando indicaciones y supervisando
programas; es decir, agregó, dirige la institución como lo ha venido haciendo
desde que fue nombrado en el cargo.
Alarcón Hernández señaló que
contrario a otros servidores públicos, él no esconde su estado de salud; “lo
manifiesto con toda claridad: estuve con una salud impecable hasta noviembre
del año pasado, después empecé a tener algunos problemas que me obligaron a
trasladarme a la ciudad de México e internarme, porque me detectaron el maligno
cáncer”.
Agregó: “Afronté con mucho
valor el diagnóstico y empecé a tratarlo y hasta el momento estoy trabajando en
ello. Me siento bien, con mucha capacidad de trabajo, y como puedes ver, estoy,
con una lucidez extraordinaria. Si yo me sintiera incapaz, me hubiera retirado
ya de este cargo; la verdad me siento con la fuerza necesaria y fortaleza bien
puesta, así que desde esa perspectiva
estoy en actitud y aptitud de cumplir con mis funciones, como servidor
público”.
Dijo que aquellos que ser
alegran por su enfermedad, “pues a lo mejor tendrán que reflexionar y dejar de
sonreír, aunque hay mucha más gente que le ha manifestado sus deseos de que se
recupere totalmente. Y eso es bonito, que la gente te quiera; hay más gente
buena que mala, y yo siento que hay más quien me quiere, al grado que he
recibido una gran cantidad de mensajes de personas que oran por mí”.
En la entrevista, señaló que
algunas personas “piensan que debo irme, no porque no me quieran”, pues hasta
le han reconocido su trabajo, sino porque consideran que ya ha trabajado mucho
en la Comisión; “hablan de una circunstancia de gran esfuerzo. El cargo
vitalicio, al que se refieren algunos, lo tenía la maestra Elba Ester Gordillo
en el SNTE; el cargo vitalicio lo tienen los notarios públicos que hasta
heredan la patente en algunos casos”.
En contraparte, el cargo de
presidente de la Coddehum, de acuerdo a la propia Constitución Política del
estado, en su artículo 76 bis, es inamovible hasta su jubilación, “como son
inamovibles los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los magistrados
del Tribunal Superior de Justicia del estado, y Contencioso Administrativo, y
la jubilación tanto del presidente de la Comisión como la de los magistrados es
a los 20 años. La Constitución y la ley son claras en este sentido”.
Consecuentemente, dijo que
debe quitarse esa idea de que es vitalicio en la Coddehum. “Vitalicio es por
toda la vida, y yo estoy aquí como inamovible, sólo por un tiempo; es decir,
hasta ser jubilado”, tras señalar que la ley establece que su cargo es
equivalente al de magistrado del TSJ, con las mismas prestaciones y sujeto a la
Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero.
— A qué atribuye que no lo quieran jubilar, a pesar de que el
Congreso local incluso ha reformado la ley para nombrar a su sucesor?
— No lo sé ni tengo interés en saberlo ni objetar nada.
En otro tema, el ombudsman
guerrerense dijo que está preparando un segundo libro sobre sus actividades de
la Coddehum, que contiene los discursos que ha emitido como titular de la
dependencia en diversos eventos, correspondiente a los últimos 10 años al
frente de la misma. Tentativamente tendrá el nombre de “Los retos del
desarrollo frente a los derechos humanos”, en los que toca diferentes temas,
incluso de carácter nacional, incluidos ahora en la Constitución General de la
República, como el capítulo de derechos humanos en vez de garantías
constitucionales.
— Usted ha sido objeto de diversos premios…
— Pero te digo una cosa: yo no busco premios, ni lucho para que
me den una presea. Si me otorgan un premio lo recibo con mucha sencillez, como
el del Mérito Civil que recibí en 2007, en el marco de los festejos de la
erección del estado de Guerrero. A lo mejor ni los merezco, pero hago lo
posible por hacerme merecedor de ellos.
Juan Alarcón señaló que más
que premios, ha recibido y tiene el reconocimiento de la gente; “gracias a Dios
mucha gente me apoya, aunque claro que no me quieren algunos; no soy monedita
de oro para caerles bien a todos”, enfatizó.
Y sobre los festejos que
tanto el Congreso local y el Ayuntamiento de Chilpancingo, de quien fue alcalde
hace muchos años, preparan con motivo del Bicentenario de la instalación del
Primer Congreso de Anáhuac, en donde el Generalísimo Don José María Morelos y
Pavón dio a conocer los “Sentimientos de la Nación”, el ombudsman guerrerense
dijo que “moderar la opulencia y la indigencia es parte de los derechos
humanos, como también cuando se señala que todos somos iguales ante la ley. La
pobreza —dijo— es la más grave violación a los derechos humanos”.
“Yo creo que Morelos fue un
gran precursor de los derechos sociales, de los derechos humanos; fue un gran
ser humano que luchó por los derechos de las personas desposeídas de la América
Septentrional. Creo que los Sentimientos de la Nación son grandiosos y están
vigentes. No se han cumplido todavía, pues aún hay opulencia y todavía extrema
pobreza”, agregó Alarcón Hernández.
En este sentido, el titular
de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en el Estado señaló que de
acuerdo al Coneval, en el país existen 7.5 millones de pobres, “de pobres pero
con hambre”, que el presidente Enrique Peña Nieto espera combatir a través de
la Cruzada Nacional Contra el Hambre, de quien dice, confía en que lo logre,
“si no, diré como dijo Lula Da Silva (ex presidente de Brasil): el pueblo tiene
hambre porque los gobiernos han sido sinvergüenzas”.
Puntualizó: “Es, y debiera
ser, la vergüenza de los gobernantes de este país, que no han resuelto el
problema del hambre y la miseria”, por lo que más que conmemorar, se deben festejar
los Sentimientos de la Nación. Hay que festejar a Morelos, pero lo que no hay
que festejar son los resultados: el incumplimiento de todos estos mandatos, aún
vigentes y en los que los gobiernos no han hecho caso. Yo espero que el
presidente Peña Nieto y el gobernador (Ángel) Aguirre logren este objetivo a
favor de los pobres”.
Y propuso: Los gobierno
debieran combatir la opulencia y la indigencia de la que hablaba Morelos,
elevando la virtud y combatiendo los vicios; luchando a favor de la seguridad
que es importante, y trabajar porque en este país haya producción y empleo,
porque sólo de este modo puede haber paz y seguridad; que haya apoyo al campo y
una verdadera participación democrática”.
Y
concluyó Juan Alarcón: “Estos aspectos son parte de los retos y desafíos que
tienen los gobernantes, contando con colaboradores probos, sencillos y
humildes”. (Notymás)
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