lunes, 19 de mayo de 2014

Rogelio Faz/Diáspora a la mexicana


ROGELIO FAZ
Rogelio Faz/Cartas desde Chicago.- La inclusión de los mexicanos en el exterior en la vida política de México, a través del voto y representación, al parecer aún no se comprende en su totalidad. Así lo dejó entrever con toda su cordura el senador Emilio Gamboa Patrón, coordinador del PRI en el Senado durante una entrevista con Óscar Mario Beteta en Radio Fórmula la semana pasada. Aun y con toda la aprobación de la Reforma Política-Electoral, que otorga además de votar para Presidente de la Republica desde el exterior, a partir del 2018 también se podrá hacer para senadores y gobernadores en sedes consulares o por vía electrónica, más la credencialización en el extranjero.
Para llegar a este punto se llevaron dos décadas en un sinnúmero de cabildeos, reuniones, conferencias y foros, donde salió a relucir la palabra diáspora con el propósito de expresar la inclusión de los paisanos en los procesos electorales de México.
Lamentablemente, gran parte de la clase política y la misma sociedad en ambos lados de la frontera no le da su justa interpretación. En lo que respecta a la comunidad, podría decirse, se debe a la desconfianza sembrada: “para qué voto si siempre hacen lo que quieren”. Pero lo que es imperdonable es que un político que se dice representante del pueblo no lo visualice y lo promueva.
Por consiguiente habrá que seguir insistiendo en el significado real de la diáspora, que aún nos queda grande. Ya que no solo se debe de limitar a remesas o al aspecto político. Debe de interpretarse con un sentido de pertenencia y compromiso, identidad y unión mexicana.
Según la definición de la palabra diáspora, esta se refiere a la dispersión de los judíos exiliados. Con eso en mente surge la idea para ilustrar el exilio mexicano, aunque no es por persecución religiosa o política, en esencia se le debe de dar un propósito similar.
El exilio del pueblo judío o hebreo data de muchos años, el acoso los obligó a esparcirse por todo el mundo mientras encontraban la “Tierra Prometida”. Lo que se les concedió el 14 de mayo de 1948 con el reconocimiento de la independencia del Estado de Israel. Para entonces la dispersión había dado lugar al sionismo, un movimiento con características de unidad, contribución, protección y progreso. Que se logró con los judíos nacidos fuera de su territorio.
Se estima que en el mundo hay aproximadamente 15 millones de habitantes de origen judío. En Israel hay un poco más de 5 millones y medio, entre Estados Unidos y Canadá suman más o menos los mismos. Y el resto se dispersa principalmente en Europa: Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia, España y otros. En América latina destaca Argentina. Pero el punto no es saber cómo se esparcieron, sino lo que ha resultado de la diáspora.
Casi dos terceras partes de origen judío viven fuera de su tierra con injerencia en la política y economía local y mundial. Han ganado el mayor número de Premios Nobel: Medicina (56), Física (54), Química (34), Economía (28), Literatura (13) y Paz (9).
Si consideramos los factores que influyen al mundo: economía (bancos), política (poder), leyes (reglas), religión (fe) y medios de información y entretenimiento. Los judíos independientemente de velar por su pueblo, son la comunidad étnica dígase sionismo producto de la diáspora han logrado estar insertados en todos esos factores haciendo “girar” al mundo y a nosotros con él.
México cuenta con más de 115 millones de habitantes, más 38 millones de origen mexicano en Estados Unidos (12 millones nacidos en México), más los que radican en otros países, seríamos más de 150 millones. 10 Veces más que la población judía. Pero nuestros políticos mexicanos guías de su pueblo con mentalidad tercermundista ven en el mexicano en exilo a un diseminado sin derechos plenos. Es por eso que sigue mocha la inclusión política expresada en una diáspora a la mexicana.
Cuando Beteta se refiere a la posibilidad de que los paisanos pudieran definir la presidencial del 2018, Gamboa Patrón contesto refiriéndose a otro aspecto diferente diciendo “lo más deseable es generar fuentes de empleo en el país para que se queden a vivir en México (…) hay mucha gente que ya está bien colocada en Estados Unidos (…) pero hay millones que quisieran regresar a su tierra”, pasando por alto el efecto diáspora en lugar de usar su posición para transmitir sus beneficios. Si no tiene la visión política ni social para entenderlo “pues entonces vas pa’trás papá” (frase de su autoría). Para Gamboa Patrón y muchos otros políticos mexicanos, México llega hasta sus fronteras. Todavía nos falta mucho por aprender y sacar provecho a un exilio generoso dispuesto a dar más que remesas, además de quitarle al gobierno mexicano el compromiso de darle una vida digna.

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