Vicente Fox Quesada no
declina en la tarea personal de convencer que fue un gran Presidente; incluso,
se atreve a pontificar en calidad de entrevistador en un programa de
televisión, con preguntas pueriles y ayunas de contenido, por decir lo menos.
Da pena ajena su postura intelectualoide.
Y ni qué decir de Felipe
Calderón, quien pretende incorporarse al circuito de escritores de lo banal con
su libro “Los retos que enfrentamos. Los problemas de México y las políticas
públicas para resolverlos 2006-2012”, como si la sociedad mexicana ya hubiese
olvidado los bandazos de esa administración que fue cantera de corrupción de la
que emergieron nuevos ricos, es decir, sus amigos e incondicionales.
Vicente Fox fue expulsado de
facto de las filas del Partido Acción Nacional por su abierta postura
oportunista y contraria a los candidatos albiazules, incluso a la presidencial
Josefina Vázquez Mota,, y favorable a Enrique Peña Nieto. No hay duda, la
polarización y desgaste del PAN comenzó con su primer Presidente de la
República.
Luego, Felipe y sus
desaciertos llevaron al PAN a un proceso de atomización que dio pauta a las
tribus que llevaron al partido a perder la Presidencia de la República y hoy se
pelean el liderazgo con actos que, en su momento, criticaron al PRI y
despreciaron en el PRD, cuando los escándalos de videos y llamadas telefónicas
grabadas y hechas públicas, desnudaron a los prohombres de ambos institutos
políticos.
Felipe se aproximaría a la
expulsión. En todo caso, consecuente con su postura se considera fuera del
partido que lo encumbró; buscaría en el mediano plazo su retorno a la política
quizá como diputado federal o senador incluso, de la mano del Partido Humanista
o del Partido Encuentro Social, que carecen de figuras.
Porque, preguntaría, ¿Felipe
Calderón Hinojosa tiene calidad moral para descalificar al PAN, porque
diputados federales, entre ellos su coordinador Luis Alberto Villarreal y el
vicecoordinador Jorge Villalobos, fueron pillados en una fiesta privada con
damas en situaciones que ofenden a las buenas conciencias?
De ese affaire de los
diputados que, no sé por qué diablos deba afectar al PAN, Felipe dijo a Joaquín López-Dóriga en su noticiario
radiofónico:
"Obviamente hay
tristeza y pena. Lo que veo es un proceso de degradación, de descomposición
moral y de corrupción, y no sé qué limite pueda tener; espero que la decisión
que toma el presidente del PAN (la de relevar a Luis Alberto Villarreal por
José Isabel Trejo) abone por lo menos a que inicie un difícil proceso de
reversión, que es indispensable para que el PAN pueda recuperar la confianza de
la ciudadanía".
Y, bueno, en un exceso se
atrevió a referir que, “por pena y vergüenza, no hay nada más que decir".
Horas más tarde asumiría: "Es una circunstancia muy penosa para todos los
panistas, muy dolorosa en lo particular (...) espero que se haya tocado fondo y
se actúe en consecuencia".
¿Qué pretende Felipe? Su
crítica y descalificación hacia el albiazul son contundentes.
Pero José Isabel Trejo
Reyes, nuevo coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados
atendió a la postura de Felipe. A saber.
“A mí me hubiera gustado que
el presidente Calderón fuera mucho más cuidadoso, inclusive solidario. Él fue
Presidente de la República y sabe que hay dichas crisis, que estar en la
política, en los partidos políticos es muy complicado, que somos humanos y que
hay comportamientos en etapas o en casos accidentados o aisladas como nos
sucedió, que no necesariamente significa una descomposición del partido, y yo
no lo veo así, pero tampoco dejo de ser autocrítico ni quiero dejar de
reconocer la crisis de imagen que tenemos, pero de eso dista mucho a esto.
“Si el partido político
estuviera en una grave descomposición, jamás hubiéramos sacado las reformas
constitucionales que hicimos. Jamás hubiéramos sacado las leyes secundarias.
Estamos haciendo lo que no se hizo hace 50 años en el partido.
“Entonces, la perspectiva de
taparse la nariz aparentemente y yo creo que no dimensiona lo que el partido ha
hecho en estos dos años, en esta Legislatura, con grandes cambios, con grandes
cambios que él mismo (Calderón) ha reconocido”.
Sin desperdicio la respuesta
de Trejo Reyes a Calderón Hinojosa. Más, su coincidencia con aquello de que
Calderón escupe al cielo con su crítica al PAN. Y lo emplazó: “(…) me gustaría
mucho que el presidente Calderón fuera mucho más prudente porque él vivió
crisis graves en una serie de acusaciones y nosotros siempre lo apoyamos y
siempre lo hemos apoyado. Yo no voy a criticar al presidente Calderón por las
crisis que tuvo”. ¿Cabe Felipe en el PAN? Digo.
VIERNES. Ahora resulta que
Ricardo Monreal es miembro de las buenas conciencias. Acusa de doble moral a
los diputados pillados en la noche loca y les recomienda contener sus deseos
carnales para enfocar esfuerzos a servir a la sociedad. ¡Sopas! Conste.
sanchezlimon@gmail.com
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@msanchezlimon
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