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| Isaías Alanís |
La
reunión en el Castillo de Chapultepec a la que convocó el ocupante de los
Pinos, hoy convertidos en ser de filmación de la telenovela Pacto por México,
inicia un capítulo más del culebrón sexenal que por las señales dadas
anémicamente, es sólo un paliativo mediático que puede terminar en un arreglo
cupular con la dueña del magisterio nacional. En ese acto al que asistieron
como testigos de honor dos principales actores secundarios, el presidente del
PAN, en caída libre, Gustavo Madero y el del PRD, Chuchino-marceliano, Jesús
Zambrano. En ese importante acto multicolor, el telepromter mayor, “entregó al
legislativo una iniciativa de reforma al artículo tercero constitucional, que
busca "reafirmar" la rectoría del Estado en la política educativa
nacional…” (La Jornada/11/122012). En
tanto panistas y perredistas se volcaron sobre el sistema educativo con
argumentos de bajo calibre, el Secretario de Educación, el camaleónico Emilio
Chuayffet, titubeante, evasivo, se negó a declarar por cautela si tal reforma
va contra la dueña del SNTE, Elba Esther Gordillo, la no invitada al comelitón
de guajolotes magisteriales encontrados en la cajuela trasera de las famosas
Hummers regaladas a los mentores obedientes, no estuvo presente.
La
debilidad del estado ante un hecho tan catastrófico como es el resultado de la
educación en México debido al burocratismo finisecular de los mentores y a su
estructura partidista y a la fuerza marchista y contestataria teledirigida por
cuestiones políticas y cupulares, le impidió a Chuayffet que algo sabe de
tumbar cabezas, que la ausencia de la ausente se debe a que en breve la van a
sacrificar en el próximo capitulo, o bien le van a dar un papel de embajadora
en Siberia. Y en glosario de las
perversidades educativas que tienen que ver con la evaluación, firme, declaro
que ésta, no estará inmovilizada por "caprichos ni intereses
particulares". Pero con el temor de ser descubierto. Que lástima que la
democracia en México se ensaye desde los párvulos y no se le meta candela con
el peso del estado, que en vez de perseguir a delincuentes como la maestra
totalmente corrupta, mediante recovecos y fruslerías declarativas no lo hagan
en forma directa como en cualquier lugar del mundo cuando el estado toma las
riendas de un sector avasallado por el mismo estado para su beneficio
electoral. Salinas, bajó a Carlos Longitud Barrios del caballo y montó a Elba
Esther. ¿El ocupante de los Pinos, estará dispuesto a bajarla del jet
magisterial y mandarla en veinticinco mil leguas de viaje submarino a las
cañerías del poder en México?
Mientras
los buenos y malos oficios del poder se maquinan de espaldas a la ciudadanía,
Juan Díaz Torres, encargado visible del SNTE, en conferencia de prensa,
testificó que no hay ruptura con Peña Nieto y en quince puntos voladores,
explicó que la propuesta hecha por el ejecutivo, ya habían sido hechas por el
SNTE. Coordenadas de coincidencias, cuya lectura aún no es previsible dado el
tamaño del peso económico y político del sindicato de maestros en un sistema como
el mexicano que regresa con el PRI. Cortina de humo y en próximos días, besos y
abrazos conciliadores, o la salida de Elba Esther para que EPN, estratégicamente
mediático se posicione. Lo veremos
Hoy
se cumple un año de la muerte de dos estudiantes y un empleado de la gasolinera
Eva y del gran negocio político que resultó para los que manipulan a los estudiantes
de Ayotzinapa y del mismo personal del plantel y sus líderes. Doce meses de intensa actividad en donde el
gobierno de Guerrero, soltó baro a raudales y siguiendo los lineamientos de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, realizó una disculpa pública a la
que no asistieron los deudos de los estudiantes sacrificados. Se indemnizó a
todos los que resultaron afectados y le metió plata a la famosa normal rural.
Lo que hace falta es que de una buena vez por todas, mediante un estudio de
balística se sepa de qué arma salieron las balas asesinas. Hay presos de la
ministerial guerrerense, ¿y de la Policía Federal, que hay? Silencio, silencio.
Ahora, con los cambios en este segmento, pues muy simple, ya no existe ese
cuerpo policiaco, y los estudiantes y sus asesores, le cargan todo al gobierno
de Guerrero, pasándose por el arco del triunfo las tesis del que fuera el procurador
en esos momentos, Alberto López Rosas.
Urge
que se limpien los nombres de los muertos y se castigue a los verdaderos
culpables materiales de los hechos, producto de un plan bien orquestado para
afectar a un gobierno que tiene rumbo y camino andado.
Este
hecho, se suma a la orgía de sangre dejada en el país por Calderón que no sólo
fue entre cárteles, sino que peligrosamente se corrió al acantilado de la
ciudadanía por la muerte de hombres como el caso de los líderes menonitas, y el
enfrentamiento entre manifestantes y policías. Y lo acontecido el 1 de
diciembre en la capital del país en plena toma de posesión del actual presidente
de la república. Dos gobiernos emanados del perredismo. Dos acontecimientos que
marcaron la historia de impunidad y violencia gubernamental en contra de
manifestantes sui generis donde hubo
colados, expertos en sabotaje y un silencio cómplice de los actores de estos actos.
¿Si los estudiantes de Ayotzinapa, saben de dónde salieron las balas, por qué
lo callan y culpan a los que no fueron los criminales?
El
gobierno de Guerrero, también debe actuar con la herramienta que la reforma
educativa que se viene a México, y revisar el esquema del funcionamiento de la
Normal de Ayotzinapa y limpiar la casa de seudo estudiantes y de asesores externos.
Si
les dan protestan, si no también, se ha convertido en un cáncer sin solución
que afecta a terceros, como es la propia vida de los estudiantes, los autos que
secuestran, los retenes que imponen en carretas para pedir dinero y bajo la
amenaza de que si no se les otorgan sus “demandas”, toman casetas de peaje, y
lo patético de todo, ¿realmente estudian y se preparan para ser maestros
rurales?
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