CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias LXI Legislatura: diputados que trabajan y los que no

Muy pocos legisladores locales regresan a sus distritos para informar de las iniciativas de ley que han presentado en tribuna y de las gestiones que han realizado a favor de sus representados. Pero eso sí, cada vez que hay elecciones ahí andan otra vez implorando a que vuelvan a votar por ellos. Claro, los que sí trabajaron les dan nuevamente la confianza en las urnas.

También es lamentable ver que la mayoría de los diputados de la 61 legislatura local sólo vayan a las sesiones a pasar lista de asistencia y a calentar sus respectivas curules. Son buenos para cobrar (y bien) sus salarios, pero no legislan nada y no suben a tribuna a debatir temas de interés social.

Insisto, son pocos los que destacan en presentar iniciativas para reformar, adicionar o en su caso, elaborar nuevas leyes que contribuyan a beneficiar a los guerrerenses.

La 61 legislatura local lo integran 46 diputados: 28 electos por mayoría relativa en cada uno de los Distrito Electorales y 18 electos por el principio de representación proporcional mediante un sistema de listas.

Los que más destacan en tribuna son: Héctor Vicario Castrejón (PRI), Sebastián de la Rosa Peláez (PRD), Ricardo Mejía Berdeja (MC) y Ma. de Jesús Cisneros Martínez (Morena).

La legisladora Flor Añorve Ocampo, presidenta de la Comisión de Gobierno, destaca como conciliadora con todas las fracciones parlamentarias y por su colaboración institucional con el titular del Poder Ejecutivo estatal, Héctor Astudillo Flores.

Los que tienen mucha actividad en las comisiones que presiden son Cuauhtémoc Salgado Romero (Estudios Constitucionales y Jurídicos), Raymundo García Gutiérrez (Salud), Héctor Vicario Castrejón (Justicia), Rosa Coral Mendoza Falcón (Asuntos Políticos y Gobernación), Eusebio González Pérez (Presupuesto y Cuenta Pública) y Samuel Reséndiz Peñaloza (Vigilancia y Evaluación de la AGE).

Los que no huelen ni hieden son Rossana Agraz Ulloa (PVEM), Crescencio Reyes Torres (PRD), Carmen Iliana Castillo Ávila (PVEM), Luis Justo Bautista (PRI), Ignacio Basilio García (PRI), J. Jesús Martínez Martínez (PT), Flavia García García (PRI), Yuridia Melchor Sánchez (PRD), Antelmo Alvarado García (PRI), Eloísa Hernández Valle (PRD), Raúl Mauricio Legarreta Martínez (PVEM) e Isabel Rodríguez Córdoba (PRI). Casi no suben a tribuna.

Antelmo Alvarado ya ha sido diputado local en tres ocasiones, pero nunca propone nada. Y la chilapense Flavia García no le gusta subir a tribuna, ya que le gana el nerviosismo.

Algunos, como el diputado Ricardo Moreno Arcos privilegian la gestión. De igual manera Raymundo García Gutiérrez, quien no descuida el distrito que representa: el 26.

El perredista Carlos Reyes Torres a pesar de ser presidente de la Mesa Directiva, ha sido gris. No figura para nada. En la LVIII legislatura local fue presidente de la Comisión de Gobierno y no trascendió.

El estado de Guerrero merece mejores legisladores. Legisladores que sí cumplan con su funcionan de presentar iniciativas de ley, que participen en las tareas de las Comisiones a las que pertenecen, que debatan en tribuna y que no abandonen a sus representados.

Asimismo, se requieren legisladores que no utilicen su posición para venderse al mejor postor al votar una iniciativa de ley. La corrupción es algo que ofende a la sociedad.

Ojalá que los que no han subido a tribuna, lo empiecen hacer. Que dejen a un lado el miedo y el nerviosismo.

ENTRE OTRAS COSAS… El que debe estar agradecido con la delincuencia organizada, es el alcalde priista de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena. El motivo: la reducción del índice de robos a transeúntes, comercios y casas-habitación.

Si no fuera porque un grupo del crimen se dedicara a levantar y torturar a supuestos ladrones, los robos siguieran en la capital del estado, pues la policía municipal ha demostrado ser inepta. No puede ni quiere prevenir los delitos.

Por eso, insisto, el “Alcalde Chambitas” tiene que agradecer que los criminales combatan a los rateros en Chilpancingo.

Y propongo que los policías municipales, empezando por el secretario de Seguridad Pública municipal, Esteban Espinosa Montoya, sean destituidos por incompetentes, ya que a los ciudadanos nos sale caro pagarles. ¿O ustedes qué opinan, amables lectores?

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