Sus adversarios están
atentos a cada paso que da. Si dice y hace algo, luego luego se van sobre él. Y
si no, también. Nada les gusta.
Les angustia que en 2018
consolide su carrera política. Por eso lo quieren frenar a cualquier costo, tal
como lo quisieron hacer en la pasada elección.
Hay quienes lo ven
repitiendo como alcalde y otros lo ven más allá: en el Senado de la República.
En efecto, me refiero a Evodio Velázquez Aguirre, el joven
político perredista que en 2015 fue electo alcalde del municipio más importante
–política y económicamente hablando– del estado de Guerrero: Acapulco.
Sus principales
detractores son los priistas Fermín
Alvarado Arroyo y Samuel Reséndiz
Peñaloza, así como Ricardo Mejía
Berdeja (el peón predilecto de Luis
Walton Aburto, dueño de Movimiento Ciudadano en Guerrero).
Llegar a la presidencia
municipal de Acapulco no le resultó fácil a Evodio Velázquez. De entrada, tuvo
en su contra a tres ex gobernadores: Ángel
Aguirre Rivero, Zeferino Torreblanca
Galindo y René Juárez Cisneros.
Veamos por qué.
Antes de la desaparición
de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Ángel Aguirre impulsó desde la
gubernatura a su vástago Ángel Aguirre
Herrera para ser alcalde del puerto y por todos los medios trató de
bloquear a Evodio Velázquez. No lo logró.
Un
mes después de la tragedia de Iguala, Aguirre dimitió en el cargo y el líder
máximo de la expresión Nueva Mayoría avanzó y logró la candidatura.
El ex gobernador Zeferino
Torreblanca se registró como candidato del PAN a la Presidencia municipal. Lo
hizo con el claro propósito de dividir al PRD. Hubo perredistas que operaron
silenciosamente a su favor y que ahora pretenden cargos en Morena.
El hombre de la Z ya fue
antes alcalde del puerto (1999-2002) y era (sigue siendo) ampliamente conocido.
No le fue mal en la votación, pues logró el tercer lugar.
René
Juárez también topó con pared. Su gallo Marco Antonio Terán Porcayo fue
derrotado por el joven perredista.
El error del PRI fue no
aliarse con el PVEM, porque si fuera así, el escenario sería otro.
Evodio
ganó por los votos que le aportó el Partido del Trabajo en la jornada
electoral.
Pero queda claro que tres
ex gobernadores no pudieron derrotar al entonces joven de 37 años.
También hay que dejar
claro que hubo otros perdedores que hasta la fecha siguen poniéndole
zancadillas. Me refiero a los ex alcaldes Manuel Añorve Baños y Luis Walton
Aburto, quienes quieren regresar al
poder a través de sus peleles.
La última vez que el PRI
gobernó Acapulco fue en el trienio 2009-2012 con Añorve, tiempo en que el
narcotraficante Édgar Valdez Villareal
(“La Barbie”), del cartel de los Beltrán
Leyva, era amo y señor del puerto. Además, fue en ese trienio en que más se
endeudó al Ayuntamiento. ¡Zas!
Luis Walton, por su parte,
gobernó en el trienio 2012-2015 y tuvo un triste desempeño, pues gracias a él
los acapulqueños se quedaron sin policías y el turismo fue a la baja. Y, por si
no fuera poco, fue evidenciado por Profeco de que en su gasolinería de “La
Diana” vendían litros de gasolina incompletos a los automovilistas.
Y si logró ser alcalde en
2012 fue por el apoyo del PRD, ya que con los votos de MC no lograría ese sueño
dorado. Recordemos que en 2002, 2005 y 2008 fue derrotado por Alberto López
Rosas (PRD), Félix Salgado Macedonio (PRD) y Manuel Añorve (PRI),
respectivamente.
Añorve impulsa a su
esposa, la diputada federal Julieta
Fernández Márquez, para la Alcaldía. Y para la estrategia de golpeteo contra la actual administración municipal tiene
a su amigo Fermín Alvarado Arroyo.
Sí, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que en mayo de 2005
fue destituido del cargo.
Mientras que Walton opera
para que el coahuilense y actual diputado local, Ricardo Mejía Berdeja, sea alcalde el próximo año.
Lo
que muchos olvidan es que MC quedó en cuarto lugar en la pasada elección de
alcalde en Acapulco con su candidato Víctor Manuel Jorrín Lozano.
Evidentemente Evodio
Velázquez tiene varios adversarios políticos, mismos que intentan ponerle
trabas rumbo a la elección de 2018. Y es normal que no todos lo vean bien,
sobre todo, los que añoran los privilegios que tuvieron en el Ayuntamiento
porteño y en la Capama.
El alcalde acapulqueño no
ha manifestado aún si buscará la reelección u otro cargo. Es más, este martes
al ser entrevistado por varios medios de comunicación fue muy claro al
respecto.
“En los tiempos que marque
la ley platicamos, yo no tengo ninguna prisa, no tengo ninguna condición
diferente más que dar buenos resultados”.
Y remató diciendo: “Las valoraciones, las haré cuando la ley me
lo permita, ahorita no tengo ningún distractor ni político ni de ninguna
índole. Tomaré en cuenta, mi principal
trabajo, mi prioridad se llama Acapulco, soy alcalde de Acapulco”.
Si bien es cierto, algunos
sectores del PRD han invitado a Evodio Velázquez buscar la reelección o un
escaño en el Senado de la República, pero es solamente eso, invitaciones. Por
el momento ha dejado claro que su
prioridad es seguir trabajando por Acapulco.
Si sus adversarios del PRI
y MC son tan competitivos como dicen, no deberían estar preocupados por lo que
haga el alcalde de Acapulco. Y si se preocupan es porque ven con potencial político
a Evodio Velázquez.
Comentarios:
E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com;
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Twitter: @efiglesias
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