“Siempre es más valioso
tener el respeto que la admiración de las personas” - Jean-Jacques Rousseau-
Es claro que los partidos
políticos partidos fracasan han entrado en crisis tanto política, como de sus
representados; cuando dejan de ser el
enlace entre la ciudadanía y el Estado. Se pierde la gobernanza. Y, los
representantes en vez de ser entes de la política, se convierten en personas
insensibles, mitómanas, cleptómanas y demás enfermedades mentales, propias de
un ser codicioso y analfabeto con poder. Sin embargo; la crisis de estos
actores políticos además de remitirse al funcionamiento del sistema en general,
también es de tipo endémico. La crisis de los partidos se ha visto afectada por
diversos factores que vienen con la modernización y la preparación académica y
educativa de la plebe, la masa. El pueblo, pues.
Los procesos continuos de
desarrollo social, cultural y económico han contribuido a que las sociedades
sean cada vez más complejas, más urbanas, educadas e industrializadas. Más
despiertas, cuando observan que los proyectos y programas, se pulverizan en
manos de funcionarios ambiciosos. Gobiernos emanados de partidos sin planeación
de un país en desarrollo. Éste solo queda en el discurso, porque la realidad de
crisis y pobreza económica golpea de frente al grueso de la población.
Esta crisis de
credibilidad en los partidos, ha sido creada por los mismos hombres y mujeres
(las juanitas), que están siempre en la misma vitrina. Estos “maniquís” que
desde hace más de 50 años, han usufructuado y explotado para su personal
beneficio los dineros de la nación. Con solo respetar los principios
fundamentales de cada partido, eso aliviaría, un franco desarrollo en la
gobernabilidad y la justicia.
Los pleitos y creaciones
internas de diversos grupos, es una clara manifestación de estos trances. Y,
resulta claro, que los mismos personajes que se catafixian de un partido a otro,
son causantes de esta fobia y antipatía a los diversos “plurales y democráticos”
organismos en manos de sátrapas, caciques y amos de horca y cuchillo, que
impide la democracia. La realpolitik, el equilibrio, la paz, no llega… se
esfuma con esos mismos rostros que algunos de ellos se han convertido en
carteles de la política.
Es por ello que resulta
importante analizar o refundar la utilidad y funcionamiento de estas
instituciones que son inherentes y esenciales a la democracia y fundamentales
en un sistema representativo, lo cual nos lleva a la reflexión sobre el futuro
y calidad de la democracia en México. La solución no son las candidaturas independientes,
porque estás ya están gangrenadas, sin respeto a sus estatutos.
Tal como lo destacó –en su momento- el escritor
Eduardo Galeano: “En un mundo que prefiere la seguridad a la justicia, hay cada
vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la
seguridad. En las calles de las ciudades, se celebran las ceremonias. Cada vez
que un delincuente cae acribillado, la sociedad siente alivio ante la
enfermedad que la acosa. La muerte de cada malviviente surte efectos
farmacéuticos sobre los bienvivientes. La palabra farmacia viene de phármakos,
que era el nombre que daban los griegos a las víctimas humanas de los
sacrificios ofrendados a los dioses en tiempos de crisis”.
*GradoCero_Gro
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