Del debate entre los 5 candidatos a la Presidencia de la República, todos o casi todos comentan. Y no es para menos. El próximo 1 de julio está en juego el futuro del país.
Hay quienes quieren un cambio radical y creen que Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES), tiene una varita mágica para resolver los problemas que aquejan a México.
De igual manera, otro sector de la población ve con preocupación que López Obrador llegue a la Presidencia, debido a sus polémicas propuestas y revanchismo que podría aplicar contra sus adversarios políticos y empresarios que no apoyan su causa.
Los debates son excelentes ejercicios democráticos que cada seis años realiza la autoridad electoral, ya que de esa forma se pueden comparar los proyectos que cada candidato representa y se analiza quien de ellos está realmente preparado para sacar adelante al país.
Desde 1994 se realizan debates presidenciales. El ganador del debate en ese año fue el panista Diego Fernández de Cevallos, peroel gobierno de Carlos Salinas de Gortari operó para que no ganara en las urnas. El triunfador fue el priista Ernesto Zedillo Ponce de León, quien gobernó al país hasta el 30 de noviembre del año 2000.
Zedillo inició mal su gobierno con el “error de diciembre”, cuyas consecuencias fueron catastróficas: desempleo, paquete de ajuste, recortes, hipotecas perdidas, personas que huían de los bancos, instituciones financieras que caían en la insolvencia, el Fobaproa, paquete millonario de rescate de Estados Unidos, baja económica de 6.2%, etc.
Los mexicanos estaban molestos con el PRI y para el año 2000 ya se respiraban aires de cambio. El PAN y su candidato Vicente Fox Quesada aprovecharon el momento y aplicaron de manera adecuada estrategias de marketing.
En dicha elección se llevaron a cabo dos debates entre los candidatos presidenciales, el primero fue en abril y el segundo en mayo a petición de Fox, quien se hizo famoso por su frase “Hoy, hoy, hoy”.
En el primer debate participaron seis candidatos: Francisco Labastida Ochoa, del PRI; Vicente Fox, del PAN-PVEM; Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, de la alianza PRD-Convergencia-Partido del Trabajo; Porfirio Muñoz Ledo, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Manuel Camacho Solís, del Partido Centro Democrático, y Gilberto Rincón Gallardo, del Partido Democracia Social.
En el segundo debate solamente participaron Fox, Labastida y Cárdenas. El ganador fue el abanderado del PAN, pues aprovechó las quejas de su adversario del PRI, quien en lugar de dedicar tiempo en realizar propuestas expresó “Me llamó chaparro, me llamó mariquita, me llamó La-vestida", me llamó maricón".
Fox sacó al PRI de Los Pinos el 2 de julio del 2000. Fue su única hazaña, pues el cambio que prometió no se vio reflejado en los seis años de su gobierno. Recicló a ex priistas y el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco.
LA PRIMERA CAMPAÑA
Para el año 2006 el formato de los debates se perfeccionó. Los insultos se prohibieron.
Los adversarios del PAN aprovecharon los desatinos de Fox, en especial, López Obrador, quien dos años antes había sido desaforado como Jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México) por desacatar una resolución judicial.
El PAN designó como su candidato a Felipe Calderón Hinojosa, quien en los dos debates demostró capacidad argumentativa y ser un eficiente orador.
López Obrador encabezaba las encuestas. Tenía una ventaja de 20 puntos cuando arrancó el proceso electoral 2006, pero al no asistir al primer debate perdió puntos.
Poco a poco se fue cerrando la contienda entre López Obrador (PRD-Convergencia-PT) y Calderón, quien solamente era respaldado por su partido: el PAN.
El segundo debate que se efectuó en el mes de junio, fue decisivo para el triunfo del panista. AMLO no aceptó los resultados en las urnas. Denunció que le hicieron fraude y junto con sus seguidores tomaron Paseo de la Reforma, ocasionando pérdidas millonarias a empresarios y comerciantes.
AMLO quiso impedir que Calderón rindiera protesta el 1 de diciembre de 2006 como presidente de la República en la Cámara de Diputados. Su plan falló. El PRI y otros partidos impidieron que la ceremonia se cancelara.
El político tabasqueño no se quedó con los brazos cruzados durante el sexenio calderonista y se convirtió en el líder de un amplio movimiento social que estaba (sigue) en contra de todo y a favor de nada. Es la fecha en que acusa que le hicieron fraude sin presentar prueba alguna.
2012: LA PELEA CON PEÑA
Seis años después logró otra vez ser candidato del PRD, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano).
A diferencia de 2006, las encuestas no le favorecían. Tenía un fuerte contrincante: Enrique Peña Nieto, del PRI.
El PAN estaba en la lona. Su candidata Josefina Vázquez Mota nunca dio el ancho. Ante esa esa situación, Fox decide apoyar al ex gobernador mexiquense y lanzarse contra AMLO, su archi enemigo.
El 10 de abril de 2012, López Obrador se rehusaba a debatir contra sus adversarios, señalando que “no tendría caso hacer un debate entre los candidatos presidenciales Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, porque son iguales, como una Coca-cola y una Pepsi cola”. (11/IV/2012).
Al final lo hizo.
El primer debate se llevó a cabo el 7 de mayo, pero en un principio, una edecán (Julia Orayen) se robó las cámaras y la noche.
Desde luego que los candidatos se enfrascaron en atacarse. Peña Nieto conservó sus puntos en las encuestas y Josefina se estancó más. La contienda real era entre el priista y el entonces perredista.
El segundo debate se realizó el 10 de junio y los principales candidatos (López Obrador y Peña Nieto) privilegiaron las propuestas de sus eventuales gobiernos, y en contraste Vázquez Mota emprendió la descalificación y el ataque.
La elección la ganó Peña Nieto por más de 3 millones de votos. AMLO acusó nuevamente que le hicieron fraude, pero esta vez decidió no bloquear el Paseo de la Reforma.
2018: ¿LA TERCERA ES LA VENCIDA?
En varias ocasiones ha señalado que si no gana la elección del próximo primero de julio, se irá directo a su rancho, denominado “La Chingada”, que se ubica en Palenque, Chiapas. Hay quienes no le creen; es más, ya advirtió que de perder la elección soltará al tigre (simpatizantes) y no hará nada para detenerlos. ¡Zas!
La advertencia la hizo el pasado 9 de marzo en Acapulco durante su participación en la Convención Nacional Bancaria.
“Yo tengo dos caminos después del 1 de julio: Palacio Nacional o Palenque, Chiapas. Si hay fraude entonces sí se soltará un tigre y no voy a detenerlo. Deseo con toda mi alma que las elecciones sean libres y limpias y que sea el pueblo el que decida quién será el próximo Presidente”, dijo.
Contrario al 2012, AMLO encabeza las preferencias electorales sin el apoyo del PRD ni Movimiento Ciudadano, institutos políticos que despreció por hacer alianzas en 2016 y 2017 con el PAN.
El tabasqueño tiene un partido propio: Morena (Movimiento Regeneración Nacional) que va en alianza con el derechista Partido Encuentro Social y el PT.
Las propuestas que ha realizado en su tercera campaña han causado polémica, sobre todo, en lo que se refiere a dar amnistía a criminales y a miembros de la “mafia del poder”, así como cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y echar abajo la Reforma Educativa.
El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene previsto tres debates entre los candidatos José Antonio Meade Kuribreña, de la coalición “Todos por México” (PRI-PVEM-Panal); Ricardo Anaya Cortés, de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC); Andrés Manuel López Obrador, de la coalición “Juntos Haremos Historia”, y los independientes Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”.
El primero se realizó el domingo 22 de abril en la Ciudad de México; el segundo tendrá lugar en Tijuana, Baja California, el domingo 20 de mayo a las 20:00 horas, y el tercer debate será el martes 12 de junio en Mérida, Yucatán, a las 21:00 horas.
De acuerdo a diversos sondeos realizados después del primer debate, el ganador es Ricardo Anaya, quien hizo una mejor exposición en sus propuestas y atacó con audacia a AMLO.
El tabasqueño fue evasivo y en todo momento se le vio cansado.
Meade, por su parte, desaprovechó la oportunidad para disputar el segundo lugar. Le pesa el mal gobierno de Peña Nieto y su relación con ex gobernadores procesados por actos de corrupción.
El Bronco se lució como un gladiador, pero su propuesta de “mochar” manos a ladrones fue descabellada. Y Margarita, simple y sencillamente no figuró.
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