Nuestra realidad podría
constituirse, en buena medida, sobre una estructura semántica, donde la
metáfora y el doble sentido serían la materia prima fundamental de este
proceso. Quizá sea por eso que algunos de los mejores recursos expresivos con
los que cuenta el ser humano emplean la capacidad de “metamorfizar” y
entrelazar analogías.
Un buen recurso de esto
queda en evidencia con un extravagante recurso de marketing implementado en China
para poder vender duraznos.
¿Alguna vez notaste que la
forma de un durazno se asemeja a un trasero humano? Yo tampoco, pero los chinos
sí y esta relación, enfatizada con una pequeña tanga a medida, es rotunda.
Algún genio en China pensó
en la forma de capitalizar esta asociación y diseñó pequeñas cajas decoradas
con satén que contienen nueve duraznos “nalgones” –sugestivamente llamados
“Fruto Maduro”–, que son vendidos por el equivalente a $1,000 pesos mexicanos.
Desconocemos el impacto exacto que tenga este recurso sobre las ventas, pero
debido a la proximidad del romántico festival de Qixi, el Día de los Enamorados
en China, muchos creen que harán falta duraznos al gigante asiático.
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