Justo
a tiempo, el alcalde priista de Iguala de la Independencia, Esteban Albarrán
Mendoza, bloqueó el nombramiento de un policía –Crisóforo Tinoco Bahena- como
Secretario de Seguridad Pública, encargado del despacho, y en su lugar fue
nombrado el gendarme estatal, Carlos Uri Arcos Calderón. Ya se había desatado
todo un escándalo nacional por ese error, mismo que fue corregido.
El
horno no está para bollos en Iguala, sobre todo tratándose del tema más
delicado que es la seguridad. El alcalde Albarrán Mendoza, aclaró las cosas en
todos los medios; incluso a través de las televisoras a nivel nacional, se
informó sobre el nuevo nombramiento del encargado de la seguridad en ese
municipio.
El
gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, ha hecho un exhorto a los 81 nuevos
alcaldes de Guerrero, a quienes recomendó tener mucho cuidado con quien ponen
al frente de la policía.
Esto,
en referencia por los sangrientos hechos suscitados el 26 y 27 de septiembre
del pasado año en Iguala, donde fueron asesinadas seis personas y 43
normalistas de Ayotzinapa fueron desaparecidos por la delincuencia organizada
con el apoyo de policías municipales de esa ciudad y de Cocula.
El
primer nombramiento que se había hecho a favor del policía Tinoco Bahena,
definitivamente fue anulado por el propio alcalde Albarrán Mendoza, quien tiene
buena imagen ante la opinión pública, pero además el munícipe ha sido Síndico
Municipal, Diputado local y federal. La ciudadanía tiene confianza en que
Esteban hará un buen papel como alcalde de Iguala.
Ahora,
lo que deberán hacer la mayoría de los presidentes municipales es exigir que
todos los funcionarios de las 81 comunas presenten cartas de antecedentes NO
penales y documentos que acrediten no estar sancionados o impedidos para
ejercer funciones.
Guerrero
es foco de atención no sólo a nivel nacional sino internacional, por el caso
Ayotzinapa; de eso está más que consciente el gobernador electo, Astudillo
Flores, quien manifestó que no se puede experimentar en materia de seguridad
pública y pidió a los alcaldes ser cuidadosos a quienes nombran en esas
direcciones o secretarías... ¡Aguas!
ROGELIO,
EN MICHOACÀN.
El
gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, asistió al vecino estado de
Michoacàn, a la toma de protesta del mandatario perredista de esa entidad,
Silvano Aureoles Conejo.
El
mandatario sustituto apareció al lado del líder nacional del PRI, Manlio Fabio
Beltrones, y del emblemático líder de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Allí estuvo también el dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete, a quien
culpan de las derrotas ante el PRI.
Por
el momento, el gobernador Ortega Martínez, hace todos los esfuerzos para
resolver el conflicto con miles de trabajadores agremiados al Suspeg, quienes
se encuentran en paro laboral desde hace más de una semana, en exigencia del
pago de un bono sexenal.
Trascendió
que será este día cuando se sienten en la mesa de negociaciones todos los
involucrados en el conflicto gremial: el gobernador Ortega Martínez y los
líderes del Suspeg, encabezados por Adolfo Calderón Nava, con quien se signaría
una minuta, se pagaría el famoso bono sexenal y no habrá represalias contra
nadie, y… “colorín colorado, este conflicto ha terminado”.
LOS
CACIQUES DE TLALCHAPA.
Con
toda la desfachatez que les caracteriza a ciertos perredistas, ayer aparecieron
fotografías donde la ex presidenta municipal de Tlalchapa, Guadalupe Eguiluz Bautista,
le cede su lugar a su hija, Amalia Mora Eguiluz, quien es la nueva alcaldesa de
esa región calentana.
Doña
Guadalupe ha sido tres veces alcaldesa de Tlalchapa; es esposa del ambicioso,
voraz y cínico político perredista, Martín Mora Aguirre, ex diputado local y
federal, quien utiliza los cargos para enriquecerse, y la comuna tlalchapense
como su “caja chica”.
Mora
Aguirre, junto con su cónyuge son los dueños de Tlalchapa; son los caciques de
ese municipio desde hace casi dos décadas que se enquistaron en el poder,
desplazando al extinto ex líder de la CTM, Filiberto Vigueras Lázaro, contra
quien traían feroz pleito por el control de ese territorio calentano.
Mora
Aguirre, se victimizaba lloriqueando hace más de tres décadas; todos los días
llamaba por teléfono a las redacciones de los periódicos estatales y nacionales
para denunciar de “cacique represor” al extinto senador cetemista, Vigueras Lázaro.
La
sucia campaña emprendida en medios informativos por Martín, le dio buenos
resultados: Don Filiberto, fue derrotado por el perredista Mora Aguirre, quien
inmediatamente se convirtió en el nuevo cacique de Tlalchapa. Ese era su plan:
apoderarse del municipio, y lo logró.
La
ambición del cacique perredista Mora Aguirre, no tiene límites: postuló a otra
de sus hijas como candidata del PRD a diputada federal en el distrito 01 de
tierra caliente: Celeste Mora Eguiluz, quien perdió de manera estrepitosa en
las urnas ante la ex candidata del PRI, Silvia Rivera Carbajal, quien ahora es
la legisladora federal por la región de tierra caliente… Punto.
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