La segunda edición de Corazón de Kaláshnikov que será presentada en la FUL 2014, organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato. |
* Presentará su novela Corazón de Kaláshnikov en la Feria Universitaria del Libro, FUL 2014; la obra recién reeditada por Alfaguara incluye algunos capítulos pendientes de la primera edición
Desde un espacio de mayor libertad, donde el escritor pueda jugar con la imaginación sin estar atado a las restricciones que exige el ejercicio del periodismo, Alejandro Páez Varela, comparte con el público la memoria de las atmósferas, territorios y situaciones de las ciudades de la frontera norte de México y sur de Estados Unidos, a partir de la narración de la cotidianidad de las familias que viven en esa región y dan cuerpo a su novela Corazón de Kaláshnikov.
El amor, el desamor, la pasión y el perdón, son los temas que Alejandro Páez explora en su obra recientemente reeditada por Alfaguara y que presentará a los asistentes a la 27 edición de la Feria Universitaria del Libro a realizarse del 22 al 31 de agosto en esta ciudad de Pachuca de Soto, Hidalgo.
Corazón de Kaláshnikov forma parte de una trilogía compuesta por El Reino de las Moscas y Música para Perros, donde las historias de esas familias fronterizas sirven de hilo conductor de las tres novelas y dan paso a un ejercicio de imaginación y literatura que pone en evidencia la preocupación, del también periodista, por los temas de la frontera como el narcotráfico, la impunidad y la violencia contra las mujeres.
“Hay una preocupación que me sale natural. La preocupación alimenta esta parte de la literatura, toma algunos datos, una referencia. Uno escribe de lo que ve y de lo que sabe y yo pasé muchos años en esa frontera”, explica el escritor nacido en Ciudad Juárez en 1968, quien vivió su niñez y parte de su adultez en esa región fronteriza a donde sueña regresar.
La segunda edición de Corazón de Kaláshnikov que será presentada en la FUL 2014 —organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato—, incluye algunos capítulos que quedaron pendientes en la primera edición realizada por Editorial Planeta, y a decir del escritor juarense estas tres novelas se alejan de todo lo que ha escrito sobre política, aun cuando el narcotráfico y la violencia son temas recurrentes.
Corazón de Kaláshnikov forma parte de una trilogía compuesta por El Reino de las Moscas y Música para Perros, donde las historias de esas familias fronterizas sirven de hilo conductor de las tres novelas y dan paso a un ejercicio de imaginación y literatura que pone en evidencia la preocupación, del también periodista, por los temas de la frontera como el narcotráfico, la impunidad y la violencia contra las mujeres.
“Hay una preocupación que me sale natural. La preocupación alimenta esta parte de la literatura, toma algunos datos, una referencia. Uno escribe de lo que ve y de lo que sabe y yo pasé muchos años en esa frontera”, explica el escritor nacido en Ciudad Juárez en 1968, quien vivió su niñez y parte de su adultez en esa región fronteriza a donde sueña regresar.
La segunda edición de Corazón de Kaláshnikov que será presentada en la FUL 2014 —organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato—, incluye algunos capítulos que quedaron pendientes en la primera edición realizada por Editorial Planeta, y a decir del escritor juarense estas tres novelas se alejan de todo lo que ha escrito sobre política, aun cuando el narcotráfico y la violencia son temas recurrentes.
Corazón de Kaláshnikov forma parte de una trilogía escrita por Alejandro Páez Varela, compuesta por El Reino de las Moscas y Música para Perros. |
En palabras de Alejandro Páez el objetivo de sus historias es pasear a los lectores hacia otros mundos a los que no tienen acceso, “es un ejercicio más de literatura que de periodismo y ejerzo los dos con mucha distancia. Uno y otro son dos personajes, el Alejandro periodista y el Alejandro escritor, que han aprendido a convivir en uno mismo”, aclara.
En este caso la novela no tiene la función de denunciar si no acercar a los lectores a otras historias que no se pueden abordar desde el periodismo, “en la literatura soy yo, doblemente yo”, afirma contundente el también autor de los libros de relatos No incluye baterías y Paracaídas que no abre.
Así pues, afirma que en estas novelas, dirigidas a público joven, se da el gusto de escribir sin ninguna clase de ataduras. Enfatiza que la literatura le ofrece la libertad de escribir de acuerdo a lo que cree, sin restringirse a ningún tipo de convenciones como ocurre en el periodismo donde existen normas precisas y lo escrito debe sujetarse a los hechos.
“Estoy apostando a un público distinto al de los medios, un público más selecto, de gente que se interesa por la literatura y no siempre es la misma que sigue los impresos”, afirma Alejandro Páez y lamenta los bajos niveles de lectura que hay en el país, al considerar que tienen un impacto negativo para todos, puesto que convierten a la lectura en un ejercicio desigual, donde muy pocos leen y la calidad de lo leído no siempre es la mejor.
Desde esta reflexión, el periodista señala que tales niveles de lectura son reflejo de la enorme pobreza y la falta de educación que afectan a la sociedad mexicana, pues ambas condiciones nulifican el poder de decisión de los ciudadanos y su capacidad para mejorar las condiciones en las que viven.
“Necesitamos sacar a la gente de la pobreza y para eso hay que darle educación. La pobreza y la incultura, están estrechamente relacionados, una alimenta a la otra y eso tiene consecuencias muy serias para el país”, advierte Alejandro Páez, quien prepara una nueva novela para finales de este año y un libro de cuentos que presentará en los primeros meses de 2015.
Finalmente, apunta que esta falta de educación puede explicar en parte la falta de reacción de la ciudadanía ante los malos gobiernos, la facilidad que tiene el pueblo para aceptar los engaños y seguir votando por quienes tienen al país en una guerra continua, con la economía estancada, con altos niveles de pobreza, enorme desigualdad y bajos índices de educación; “el mexicano es impredecible, se deja deliberadamente secuestrar por los mismos verdugos. Pensar que es una cuestión de ADN plantearía una salida imposibilitada, creo que es un tema de educación y pobreza”, concluye.
En este caso la novela no tiene la función de denunciar si no acercar a los lectores a otras historias que no se pueden abordar desde el periodismo, “en la literatura soy yo, doblemente yo”, afirma contundente el también autor de los libros de relatos No incluye baterías y Paracaídas que no abre.
Así pues, afirma que en estas novelas, dirigidas a público joven, se da el gusto de escribir sin ninguna clase de ataduras. Enfatiza que la literatura le ofrece la libertad de escribir de acuerdo a lo que cree, sin restringirse a ningún tipo de convenciones como ocurre en el periodismo donde existen normas precisas y lo escrito debe sujetarse a los hechos.
“Estoy apostando a un público distinto al de los medios, un público más selecto, de gente que se interesa por la literatura y no siempre es la misma que sigue los impresos”, afirma Alejandro Páez y lamenta los bajos niveles de lectura que hay en el país, al considerar que tienen un impacto negativo para todos, puesto que convierten a la lectura en un ejercicio desigual, donde muy pocos leen y la calidad de lo leído no siempre es la mejor.
Desde esta reflexión, el periodista señala que tales niveles de lectura son reflejo de la enorme pobreza y la falta de educación que afectan a la sociedad mexicana, pues ambas condiciones nulifican el poder de decisión de los ciudadanos y su capacidad para mejorar las condiciones en las que viven.
“Necesitamos sacar a la gente de la pobreza y para eso hay que darle educación. La pobreza y la incultura, están estrechamente relacionados, una alimenta a la otra y eso tiene consecuencias muy serias para el país”, advierte Alejandro Páez, quien prepara una nueva novela para finales de este año y un libro de cuentos que presentará en los primeros meses de 2015.
Finalmente, apunta que esta falta de educación puede explicar en parte la falta de reacción de la ciudadanía ante los malos gobiernos, la facilidad que tiene el pueblo para aceptar los engaños y seguir votando por quienes tienen al país en una guerra continua, con la economía estancada, con altos niveles de pobreza, enorme desigualdad y bajos índices de educación; “el mexicano es impredecible, se deja deliberadamente secuestrar por los mismos verdugos. Pensar que es una cuestión de ADN plantearía una salida imposibilitada, creo que es un tema de educación y pobreza”, concluye.
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