La
detención del supuesto luchador social José Luis Suastegui Muñoz, líder y
llamado siempre “vocero”, del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la
Presa la Parota (Cecop), ha descubierto la “cloaca” de los grandes intereses
que se encuentran detrás de este pseudo líder, un vocero que en los casi doce años de ese movimiento, convirtió su oposición
en un marco de referencia para todo aquello que propusieran gobiernos
federales, estatales y municipales y llegar hasta pasar por encima de intereses
comunales, grupales y privados, amén de descalificar, y amenazar a las más
altas autoridades gubernamentales.
La
“mano que mueve la cuna” de este aprendiz y emulo de Mussolini, gesticulador,
vociferante, prototipo de un fascismo primitivo, encubierto con tintes de
luchador social, convertido en un provocador en todos los sentidos, instalado
en la más acendrada hipocresía, condenaba en los demás lo que en él se veía
como virtud, su cretinismo incitador. Desde su púlpito, desde su perspectiva
autóctona, con el coraje siempre en el rostro, el sudor perlado de su repudio a
todo lo que oliera a “autoridad”. Referente de su negativa a todo aquello que
refiriera a la imagen paterna.
José
Luis Suastegui Muñoz, sólo fue y es, el referente de los poderes ocultos, que
desde las vísceras del mismo sistema alientan con todo, la sinrazón de
oposición como un gran negocio en donde desde la oscuridad cobran sin recato
alguno. Hoy los pueblos de las márgenes
del Río Papagayo, en la gran zona de la región de los Bienes Comunales de
Cacahuatepec, duermen más tranquilos. No todos estaban con él. Su rechazo fue
siempre silencioso, temerosos de la represión, de las amenazas constantes, de las arbitrariedades cometidas a diestra y
siniestra por quien en el aparador de los medios que comulgan con la izquierdas
y derechas vociferantes y desde la clandestinidad y con el prurito de la
libertad de reunión y de expresión, era y es sólo un títere de la ultraderecha
galopante, que llevo al encono total a una sociedad, la guerrerense que busca
conciliar su historia libertaria con el presente, que vive subyugada a quienes
con arrebatos líricos peroran una moral como si ellos la hubieran inventado. Cualquier
acercamiento con las autoridades del parece pornográfico, aberrante, cualquier
proximidad de dos jóvenes, un atentado a la castidad, sin ver sus fealdades
interiores dándole vuelo a la hilacha, para darse aires de luchadores sociales,
aires de santidad, como si fueran las “heroínas de Orleans” e ir vociferando día y noche contra los
pecados, las posturas, las disidencias de los otros.
Hasta
Moisés en la Sagrada Biblia, respeto al Faraón, él sólo era el mensajero… y así
está escrito. Pero aquí es todo lo contrario. Ello está bien documentado,
rebasando los límites de la tolerancia y de la prudencia, cuando nunca, jamás
hizo algo por su pueblo, por su comunidad, jamás presentó un proyecto
alternativo, nunca propuso una obra de beneficio social, jamás colaboro para
levantar una aula escolar, una clínica, a abrir y pavimentar un camino. No. Y a
eso llaman ser un “luchado social”? Qué opinara de ello los creadores del Plan
de Ayutla, los Hacedores de los Sentimientos de la Nación, y más recientemente,
forjadores de la verdadera lucha social como Don Pablo Sandoval. Pero con esa furia,
con esa rapidez exprés, por qué no han detenido al sátrapa de Acapulco, Manuel
Añorve Baños y sus cómplices. Email:
gernestorivera@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.