viernes, 16 de enero de 2015

MOTÍN A BORDO

A comienzos del siglo XIX, la trata de esclavos ya estaba prohibida en muchos países de América y Europa, pero Cuba y Brasil aún mantenían el sistema, por lo que el contrabando seguía siendo abundante.
Corría el año de 1839, cuando un barco negrero de bandera portuguesa se abastecía de esclavos en Sierra Leona. Este barco se llamaba "La Técora" y debía llevar su valiosa carga a través del Atlántico hasta América, concretamente a las plantaciones azucareras cubanas, que por esa época eran las que más demanda tenían de esclavos. En el viaje de regreso a La Habana los marinos llegaron a lanzar por la borda a más de cincuenta esclavos, ya que habían calculado mal las provisiones y no había víveres suficientes para soportar la travesía.
El buque atracó en las costas de La Habana con 53 esclavos sobrevivientes -entre los que había cuatro niños-, que fueron comprados por los españoles José Ruiz y Pedro Montes, y luego fueron transportados a otro barco con la finalidad de llevarlos hasta Haití para revenderlos. Este nuevo barco se llamaba "Amistad" y era un pequeña goleta española que estaba al mando de Ramón Ferrer. La mañana del 29 de junio de 1829, la nave partió hacia su nuevo destino.
Durante el trayecto, la tripulación comenzó a abusar física y sicológicamente de los esclavos africanos, y al cuarto día de viaje el cocinero dijo a algunos de los esclavos que serían asesinados y comidos una vez que llegaran a su destino. Entonces éstos, liderados por un africano llamado Sengbe Pieh, también conocido como “Cinqué”, decidieron amotinarse y tomar control del buque.
Cinqué
Cinqué comenzó la rebelión abriendo sus propias esposas con un clavo suelto que encontró, y liberando luego a los otros esclavos. Los hombres descubrieron cuchillos para cortar caña de azúcar y asesinaron al capitán y al cocinero, dejando solamente vivos a Ruiz y Montes, a quienes dieron la orden de dar la vuelta y que los lleven de regreso al África. Cinqué había notado que el barco que los trajo de Sierra Leona navegaba hacia donde se ponía el sol, por lo que ordenó a Ruiz y Montes que navegaran hacia la salida del sol, hacia África.
José Ruiz, el dueño del buque, fingió obedecer las órdenes de Cinqué, y mientras el día navegaba con rumbo hacia el este, por las noches lo hacía al noroeste, por lo que terminaron en Long Island, donde fueron interceptados el 26 de agosto de 1839 por el buque Washington de la marina estadounidense. Los africanos fueron apresados e irónicamente acusados de asesinato y piratería, mientras que los dos tripulantes españoles, José Luis y Pedro Montes, enseguida fueron liberados.
Representación artística del motín

Mientras los esclavos esperaban para ser juzgados en Connecticut, la Corona española hizo una reclamación que reivindicaba su propiedad sobre los africanos, argumentando que eran esclavos cubanos y que no procedían del África. Los grupos y organizaciones anti esclavistas, que estaban muy de moda por aquel tiempo, consiguieron llevar el caso a la Corte Suprema. Los abolicionistas tomaron el caso como una oportunidad para demostrar la inhumanidad de la esclavitud. Se lo considera como el primer caso de Derechos Civiles, donde negros y blancos trabajaron juntos por una causa común.
Luego de casi dos años de juicios y apelaciones, la sentencia de la Corte fue a favor de los africanos el 9 de marzo de 1841. Mucho influyó en ella, la intervención del ex presidente norteamericano John Quincy Adams, quien asumió la defensa de los esclavos.
Una vez libres, los treintaicinco africanos sobrevivientes del "Amistad" zarparon desde el puerto de Nueva York a bordo del carguero "Gentlemen", con destino a la ciudad de Freetown -creada precisamente para recibir a los africanos liberados de la trata internacional- en Sierra Leona. Volvían al África en 1842, tres años después de haber sido secuestrados de su tierra.
Basándose en esta historia, Steven Spielberg dirigió la película "Amistad" en 1997, la cual no fue estrictamente apegada a los hechos históricos, ya que por ejemplo, en ella se muestra que cuando Cinqué regresa a su aldea es recibido por su esposa y sus tres hijos, pero esto no fue así ya que él jamás pudo encontrar a su familia, que también había sido secuestrada por traficantes de esclavos. Aunque se lo sigue idealizando como un héroe, siempre corrieron los rumores de que la posterior fortuna que amasó Cinqué, fue irónicamente, también gracias a la trata de esclavos. De todas formas, figura ahora en los billetes de 5000 leone de su país.
Hace una década, la ONG Amistad América lanzó al mar una réplica de la goleta española Amistad, con el objetivo de construir puentes entre los pueblos y hacer comprender al mundo que todos compartimos una historia común. Actualmente recorre lugares históricos relacionados con esclavitud en América, y ofrece visitas a bordo con paneles académicos.
Réplica actual del "Amistad"

Se estima que durante tres siglos -entre 1540 y 1870-, más de 12 millones de africanos cruzaron el Atlántico encadenados en las bodegas de barcos negreros, en más de 50.000 viajes trasatlánticos de bandera portuguesa, británica y española.

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