Rodrigo Huerta Pegueros |
Estamos
a diez días para que Enrique Peña Nieto asuma ante el Congreso de la Unión la
responsabilidad como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos para el periodo
2012-2018. Como nunca antes se había visto, el nuevo titular del ejecutivo
federal recibirá una administración con información anticipada y con una nueva
legislación en materia laboral y una discusión en ciernes sobre la reforma a la
administración pública federal en donde se restaura a la Secretaría de
Gobernación como la dependencia responsable de atender la política interna y la
seguridad pública del Estado mexicano. A la vez que se pondrá en funciones una
nueva dependencia que tiene que ver con el combate a la corrupción para lo cual
se suprimirán dependencias que a lo largo de su puesta en marcha no han logrado
dar los resultados para lo cual fueron creadas.
La
asunción de Peña Nieto seguramente no estará exenta de complicaciones políticas
y sociales, pues los grupos contrarios a su triunfo electoral seguramente harán
hasta lo imposible para que rinda la protesta de ley, aunque esto esté lejos de
las aspiraciones no solo de los priistas o verdes ecologistas, sino también de
los representantes parlamentarios del perredismo o de los propios panistas,
quienes han externado su posición ante un cambio de poderes sin alharacas, lo
cual simple y llanamente no ocurrirá pues los representantes del Movimiento
Ciudadano han ofrecido todo lo contrario en voz de Ricardo Monreal Ávila y con
el condimento de que el legislador perredista Martí Batres Guadarrama ha hecho
pública su renuncia a la fracción perredista para unirse al Movimiento de
Regeneración Nacional (MORENA) que dirige Andrés Manuel López Obrador.
Las
negociaciones políticas que a este respecto se llevan a cabo entre legisladores
del PRI y representantes personales del equipo de transición de EPN no
vislumbran ningún cambio de escenario y por lo tanto el fracaso de estas darán
una idea a la opinión pública nacional de que los desencuentros políticos no
serán pocos y menos cuando MORENA se convierta en partido político y les haga
las contras a los ex aliados que hoy parecen moverse en sentido contrario a la
aspiración democrática de los mexicanos.
Sin
embargo, EPN adelantándose a este escenario nada halagüeño ha dispuesto
acelerar los cambios que requiere para gobernar al país en forma diferente a
como el presidente Felipe Calderón Hinojosa lo hizo durante los últimos seis
años, lo que tiene que ver con el combate a las drogas, las extorsiones, los
secuestros y los asesinatos dolosos, aunque existen dudas respecto a los
porqués desaparecer la Secretaría de Seguridad Pública federal y convertirla en
subsecretaría bajo el mando del titular de la SEGOB. Algunos dirigentes de las
oposiciones han recordado la praxis del viejo PRI de utilizar la seguridad
pública de manera sesgada y convertirla en un ente de represión y o de servicio
a la comunidad y promover desde ahí el espionaje político. Dice un refrán
popular que ‘’la mula no era arisca sino que…’’
Enrique Peña Nieto |
Aún
y cuando hay diversos momentos que nos parecían difícil de remontar, México ha
logrado salir adelante, como por ejemplo el acto triste y nada memorable de la
toma de posesión del actual presidente Calderón cuando los partidos de
oposición trataron de impedir la entrada del presidente electo o los meses
siguientes cuando AMLO decidió convertirse en presidente legítimo y bloquear la
principal arteria de comunicación de la ciudad de México, la cual, dicho de
paso, le costó su triunfo en este falleciente 2012.
Lo
que está claro es que con los últimos movimientos de EPN y su forma de dirigir
a sus representantes ante el Congreso de la Unión, nos dice mucho de la
restauración del PRI como lo fue en los tiempos próximos pasados y que si bien
es cierto que ahora se encontrará con candados imposibles de superar para la
rendición de cuentas, transparencia, defensa de los derechos humanos,
participación ciudadana en toma de decisiones gubernamentales, logrará hacer
modificaciones a la lucha contra los grupos antisociales y tendrá que acelerar
la praxis de negociación frente a la siempre tentadora praxis de la represión
política.
EPN
logrará tener a su lado a la ciudadanía mexicana siempre y cuando ejerza sin
miramientos y sin temor alguno el castigo a quienes sean culpables de alguna
comisión de delito, sobre todo cuando se hable de corrupción y que hayan
afectado el erario público en detrimento del bienestar de los ciudadanos a los
cuales estaban destinados los recursos que los gobernantes se adjudicaron sin
más límites que su ambición personal.
EPN
tendrá que gobernar con el ejemplo y para ello tendrá que hacer público su
compromiso de ser un presidente que atienda las demandas de los ciudadanos, de
todos y cada uno de los mexicanos, sean religiosos o no, sean de un partido o
ideología alguna o sean abiertamente agnósticos. Deberá hacer votos para
convertirse en un presidente de los mexicanos sin ataduras a un partido
político que fue echado fuera de la administración pública federal en el año
2000 por haber incurrido en los mas cruentos y crueles abusos de poder que
nadie puede olvidar y que para quienes no lo vivieron podrán documentarse para
no ser víctimas nuevas del llamado nuevo PRI.
Diez
días nos distancian entre el México hoy gobernado por el presidente Calderón al
que iniciará el primero de Diciembre Peña Nieto. Recordemos lo ofrecido, lo
prometido y lo rubricado para que exijamos su fiel y puntual cumplimiento y dar
la batalla para que los temas excluidos y que son una demanda social y
política, puedan ser retomados en esta administración, la cual como eje central
de su oferta fue el convertirnos en un país eficiente, eficaz, competitivo,
innovador, transparente, seguro y de justicia social y jurídica.
EPN
tiene sobre sus hombros el papel de quien podrá o no restaurar frente a los
mexicanos a un PRI diferente al que tenemos memoria histórica y reciente. Si lo
logra, podrán tener una larga vida en el poder ejecutivo federal pero de no
hacerlo así volverán a sucumbir ante una ciudadanía más atenta, participativa y
demandante y que sabe ahora que el voto popular puede hacer la diferencia.
Periodista/Analista Político*
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.