lunes, 10 de diciembre de 2012

Entresemana Quiebra Tameme, ¿impunidad? Moisés Sánchez Limón


Moisés Sánchez Limón

Hace unos meses se conoció de una grave situación en la que había incurrido la administración de la empresa de transportes de valores Tameme, se trataba de un desfalco superior a los mil 500 millones de pesos. Los directivos negaron el fraude.

Pero engañaron al presidente de la Asociación de Bancos de México, Jaime Ruiz Sacristán, quien los defendió y dijo carecer de elementos que acreditaran el multimillonario desfalco.

Sin embargo, hay pruebas documentales. Una es el requerimiento de indemnización que, con fecha julio de este año, hizo BBVA Bancomer, por vía de su apoderado Manuel Hernández Acosta, por un monto de 551 millones 706 mil 641.13 pesos, a Tameme.

Cuando se conocieron los documentos de soporte, hubo silencio en la ABM y, sobre todo, en la empresa Transportes Blindados Tameme, S.A., de C.V., que el jueves 6 de septiembre de este año había reaccionado airadamente porque el fraude fue ventilado públicamente.
Todo indica, empero, que lejos de encontrarle una solución al problema, los directivos de Tamame le apostaron a la impunidad, que el asunto se enfriara.
Pero resulta que, debido a la gravedad del caso, a espaldas de las autoridades hacendarias, accionistas de la empresa iniciaron un proceso de quiebra. Aunque ya que varias instituciones bancarias y clientes han cancelado los servicios de Tameme.

La información se conoció porque trabajadores sindicalizados y de confianza lo citan en un documento que, hasta donde se sabe, han turnado a la Cámara de Diputados.
Por supuesto, la información ha sido conocida por instituciones financiaras que están alarmadas por la inminente quiebra de Transportes Blindados TAMEME. Vaya, el nerviosismo ya contagió a los propios accionistas. Y no es para menos, porque de acuerdo con la información disponible,  se derrumban sus inversiones a consecuencia de una pésima y fraudulenta administración.

Bajo esas condiciones, los trabajadores de la empresa solicitaron la intervención de las secretarías de Hacienda y Crédito Público y del Trabajo y Previsión Social, con el objetivo de evitar desaparezca su fuente de trabajo. En suma, para proteger sus derechos laborales.
Pero, la pregunta es si este mega-fraude quedará impune. Porque, mire usted, desaparecer de las bóvedas de la empresa TAMEME, más de mil 500 millones de pesos, no es cualquier cosa. Por de pronto, accionistas como la familia Yete, decidieron promover la quiebra de sus empresas a espaldas de las autoridades hacendarias y de los trabajadores. Buscan salvar su prestigio como hombres de negocios y rescatar lo que sea posible de sus activos. Allá ellos. ¿Volvieron a engañar a Ruiz Sacristán? Digo.

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