Phoenix, Arizona.- Con
casi 50 grados de temperatura a su interior, hacinados, con ropa color rosa los
hombres, exhibidos frecuentemente en paseos por las calles del Condado de
Maricopa, se han convertido en el infierno para más de millón de mexicanos,
centroamericanos y sudamericanos que han pisado las carpas o cárceles a la
intemperie de Joe Arpaio.
La mayoría no son
delincuentes, tal vez infractores de alguna falta vial como conducir sin
licencia, tener apariencia latina, estas en el lugar y momento equivocado de
una redada policiaca. El común denominador es que no son ciudadanos
estadunidenses. Son indocumentados.
La llamada “Ciudad de las
Carpas” del aguacil Joe Arpaio, cumplió de 22 años de existencia el mes pasado
y en el recuento que hace es que han tenido como “huéspedes” en este infierno
en el desierto de Arizona a más de 500 mil presos.
Orgulloso de su
experimento penitenciario, Joe Arapio comentó que esto es una cárcel “no es el
hotel Hilton” para refutar a sus críticos que se han manifestado en contra de
sus métodos que incluyen la obligación de los reos de usar trajes de rayas
negras y blancas y ropa interior de color rosa como una especie de humillación.
“¿Sabe por qué lo hago? “Porque
antes se robaban la ropa y ahora con ese color no se la pueden llevar. Pero
¿sabe por qué, realmente, lo hago? Porque ellos odian el rosa”.
La llamada “Tent City de
Arpaio” es una cárcel formada por
tiendas de campaña. La mayoría de sus huéspedes son hispanos, aunque el asegura
que no tiene una tendencia a detener a “ilegales”.
Inaugurada en 1993, puede
albergar hasta 2.000 presos. Actualmente, hay unos 500. Pero en estos 22 años
ha tenido bajo sus régimen penitenciario a más de medio millón. Al final todos
los que son indocumentados, después de varios meses o hasta años de reclusión,
son entregados a autoridades migratorias para su deportación a México o
Centroamérica.
En la garita más alta, un
cartel, como si se tratase de un motel, reza: "Habitaciones libres".
"La idea es que aquí en Arizona, todo el mundo cumple la condena, íntegra.
Si la haces, la pagas", Joe Arpaio.
"Medio millón de
hombres y mujeres han experimentado el ser encarcelados en la Ciudad de las
Carpas. Este es un número considerable considerando las múltiples críticas que
aseguraban esta cárcel no duraría", señaló el que se auto promociona como
“el sheriff más duro del Oeste americano”.
La Oficina del Sheriff de
Maricopa señala que el modelo es simple, pero al mismo tiempo controvertido:
los reos cumplen sus sentencias a la intemperie soportando la intensa
climatología del desierto de Arizona, la cual en verano fácilmente supera los
100 grados Fahrenheit, cerca de 50 grados centígrados, mientras que en invierno
puede descender hasta bajo cero.
Los sentenciados, tanto
hombres como mujeres, visten ropa interior de color rosado como parte de su
uniforme a rayas de color blanco y negro.
La Ciudad de las Carpas ha
sido fuertemente criticada por organizaciones defensoras de los derechos civiles
y en el 2009 Amnistía Internacional (AI) la calificó como “clara y simple
tortura”.
La abogada y activista pro
migrante, Isabel García, comentó a “The Exodo” que en Arizona aún antes pero a
raíz de la Ley SB1070 “ha sido un asalto completo a nuestra
comunidad” porque se incrementaron las detenciones y deportaciones de
mexicanos, quienes sólo por su apariencia latina son detenidos y acusados de
faltas menores, pero en los hechos son tratados como delincuentes.
Explicó que bajo la
llamada “sospecha o duda razonada” que
se incluye en la SB1070 que ha sido instrumentada por policías federales,
estatales y de los condados, para detener por el color de la piel a mexicanos o
por su apariencia, los uniformados de
inmediato llaman a la Patrulla Fronteriza para su detención, enjuiciamiento
como delincuentes o deportación.
En el 2010 la cantante de
origen mexicano, Linda Ronstadt encabezó
una marcha en contra de la Ciudad de las Carpas pidiendo el cierre del lugar
calificado por los defensores de los derechos humanos como una “de las peores
cárceles de los EE.UU”.
El pasado 17 de julio
cientos de personas, muchos de ellos miembros del grupo progresista Netroots
Nation marcharon por las calles de Phoenix, Arizona, pidiendo la renuncia de
Arpaio y el cierre de la cárcel.
Arizona ha sido refugio
desde hace varias décadas de una migración de gente del medio oeste. Protestantes, ultraconservadores, blancos,
de más de 60 años que se jubilan para vivir en casas con alberca o condominios
de Phoenix lo vienen reeligiendo en su puesto –en Estados Unidos se vota el
cargo de comisario—desde 1992. Y Arpaio hace exactamente lo que estos votantes
adoran: sale a cazar y encerrar inmigrantes indocumentados.
www.theexodo.com
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