Uno de los grandes
aciertos del entonces Gobernador, Ángel Aguirre Rivero, sin duda fue, el haber
designado al Contador Juan José Guillén Apresa como director del Instituto Tecnológico Superior
de la Costa Chica. Claro, a muchos no nos extrañó, pues ellos se conocen desde
que eran unos párvulos. Juntos crecieron conviviendo como vecinitos y
compañeritos de escuela. Ambos han sido leales a esa amistad que inició muchos
atrás. Conoce Layo a la perfección, la
madera con la que está hecha Juanjo –como le llamamos coloquialmente- y sin
dudarlo, una vez que asumió la gubernatura, le confirió la responsabilidad de
guiar los destinos del Tec.
No se equivocó Ángel,
aunque me atrevo a pensar que sí ha sido sorprendido pues el desempeño de
Juanjo seguro superó sus expectativas. Y neta da gusto, es de aplaudirse ver el
nivel académico y de infraestructura que ha alcanzado el Tecnológico.
Y neta no son cacayacas ni
sobaqueadas mías sino hechos contundentes, los que Guillén Apreza ideó,
gestionó y logró, fortalecido con un muy buen equipo de colaboradores. Y a unos
días de que entregue la estafeta de esta institución a Hortencia Montero, sigue
activo cosechando logros que
incrementarán los méritos y el reconocimiento que le corresponden.
Independientemente de lo que
ya había logrado como la sala de cómputo, la construcción de aulas, cancha,
auditorio, cafetería, acreditaciones y certificaciones, en días recientes
Guillén Apreza fue notificado que le dieron luz verde para la construcción de
los dos laboratorios: uno básico multifuncional y la rehabilitación del
laboratorio de Ingeniería Civil que desde endenantes había gestionado, así como
también fue notificado que su incansable labor ante el director general del Tecnológico
Nacional en pos de que se les reconociera a los trabajadores del Tec de Ome, sus
años de antigüedad para que tuvieran acceso a la prima de antigüedad, había
rendido frutos.
Vaya que esto fue también
un logro digno de reconocerse, sobre todo porque durante un titipuchal de años
habían quedado que ni pa’trás ni pa’delante, con este beneficio que por
derecho les corresponde y que determina
el sueldo y las prestaciones de cada
trabajador, de acuerdo a los años trabajados, pero que sepa Judas por qué se
las habían venido haciendo de suspenso y solamente les reconocían hasta el 2000
pagándoles solamente primas de 15 años de antiguedad, pero de 1991 al 2000
quedaban volando. Y eso también, gracias al empeño y determinación del Contador
Guillén Apreza, ya quedó arreglado. Vientos
huracanados.
Y bueno, la cerecita del
pastel fue que luego de estar mega aplicados, los compitas tecnológicos lograron
finalmente la certificación de la Carrera de Ingeniería Empresarial. Motivo más
de satisfacción para el Contador Apreza y motivo más de reconocimiento a su
desempeño al frente del Tec. Sí, reconozco que tomando en cuenta su destacado
desempeño al frente del ITSCCH, mi hermana Thelma y yoestuvimos apostándole a
que Juanjo fuera ratificado en el cargo. Pero así, como el Lic. Aguirre le
confió a él un día la dirección del Tecnológico, el Gobernador Astudillo ha depositado su confianza en la
Lic. Hortencia Montero Mayrén, para que tome las riendas de esta institución
que es el Alma Mater costachiquense. Y mi deseo es que Tencha, logre llevar al
Tec a un nivel todavía más alto, y seguramente así será, toda vez que es una
mujer responsable, dedicada, comprometida y honesta.
Y aquí se imponen
aplausos, para dos ometepequenses probos: para la que se va y para la que llega,
sin resquemores de ningún tipo. Reconociendo el trabajo realizado de Juan José
y dándole el beneficio de la duda a Tencha. Hubo quien en su momento pensó que Juanjo
no pasaría de ser el ‘’amigo del Gober ‘’ jugando a dirigir el Tec….¡y vaya
agradable sorpresa que nos llevamos!!!. Y seguramente Tencha nos sorprenderá
gratamente también. Y si no, al tiempo.
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