A finales de 2012, tres
soles en el cielo de Shanghái parecían anunciar el apocalipsis para los chinos
más supersticiosos. El singular fenómeno se producía, además, pocos días antes
de que, según las erróneas interpretaciones del calendario maya, el mundo
tocaba irremediablemente su fin. Es por tanto, casi, casi, casi entendible, que
la preocupación se extendiese rápidamente entre aquellos más agoreros. Y esta
ingenua reacción no pertenece en particular a unos pocos chinos a la espera de
un cataclismo, no os creáis; se repite entre los observadores menos informados
allá donde el fenómeno se reproduce.
El caso es que puede
admitirse que una imagen como la que abre este post parece más una estampa
surgida de una película de ciencia-ficción que una escena real. Sin embargo,
aunque poco común, esta extraña visión tiene lugar de manera mucho más habitual
de lo que pueda parecer. Se conoce comúnmente como «fenómeno de los tres soles»
(en inglés, «sundogs») y, dependiendo de en que latitud vivas, es probable que
ya la hayas visto más de una vez. En realidad se trata de un fenómeno
atmosférico bien conocido llamado parhelio que nos regala una asombrosa visión
por triplicado de nuestro astro. [No te pierdas el fénomeno en time-lapse en el
siguiente vídeo].
El efecto se produce
cuando nubes altas, normalmente cirros densos situados por encima de los 6.000
metros, se superponen delante del Sol. Estas nubes, al contener cristales de
hielo —recordemos que el fenómeno se produce casi en exclusiva en altas
latitudes—, actúan como diminutos prismas, refractando los rayos del Sol y
formando así los parhelios. Estos se ven entonces como si fueran uno o más
soles tras las nubes, aunque menos brillantes y más pequeños que el Sol real, o
simplemente aparecen como pequeños segmentos de arco iris. Pero no se deben
confundir con éste, pues los parhelios se manifiestan siempre junto al Sol,
mientras que el arco iris aparece siempre en el lado del cielo opuesto al Sol.
Parhelio en Compostela /
Sun Dog in Compostela
El fenómeno suele durar
apenas unos minutos, hasta que el astro desaparece en el horizonte —aunque
pueden durar horas— y no siempre se ven los dos parhelios; en muchas ocasiones
se forma solamente uno, al haber cirros en un sólo lado del Sol. Y sí, son muy
parecidos a los halos (de hecho pueden y suelen suceder al mismo tiempo), y se
manifiestan siempre a alrededor de 22º a la izquierda y/o derecha del Sol
debido al ángulo con que son refractados los rayos luminosos.
Bonus: Doble Parhelio en
Canadá.
Fuentes: astrocantabria,
timeanddate.
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