domingo, 22 de octubre de 2017

OPERATIVOS DE PREVENTIVOS: VIOLACIÓN SISTEMÁTICA A DERECHOS HUMANOS Y NEGOCIO DE MANDOS. Por: Ricardo Corte Rojas

  •          Jueces calificadores y médicos legistas al servicio de ellos.



La Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de Acapulco ha emprendido operativos especiales que sólo sirven como negocio de mandos e incrementar el malestar social de la sociedad por la sistemática violación a los derechos humanos, en la que participan médicos legistas y jueces calificadores-
De acuerdo a testimonios de hombres y mujeres detenidos “por infringir el mando de Policía y Buen Gobierno”, la tarde noche de ayer viernes más de una veintena de policías municipales, en su mayoría encapuchados y a bordo de cinco patrullas, realizaron una razzia en la zona poniente del puerto, es decir, hacia Pie de la Cuesta.

El objetivo, no como una acción preventiva para inhibir el delito y bajar los altos índices de criminalidad, sino que ha servido como negocio de mandos y para engrosar las detenciones de “infractores al Bando de Policía y Buen Gobierno”, cuyas estadísticas sirven para que el Secretario de Seguridad Pública justifique trabajo en sus comparecencias en las sesiones solemnes de Cabildo.

Hombres y mujeres, estén tomando  o no lo estén, ya sea en vía pública o en propiedad privada, “van pa´rriba”, comentó molesta una fémina llevada a los separos o por quien un familiar pagó 500 pesos al policía de guardia y éste supuestamente le entregó el dinero al juez calificador, sin que les entregaran recibo alguno por dicho pago.

 “Nos llevaron hasta las cantinas que están por el Tamarindo (calle Velázquez de León del centro de la ciudad) y de varios de esos lugares sacaron a personas y las subieron a las patullas. Un señor de más de sesenta años les decía que había dejaron en la mesa su celular y su bolsa, pero en respuesta lo insultaron y lo amenazaron con golpearlo”, comentó otro que había sido arrestado.

Y agregó: “por la zona del Derrumbe el operativo se le cerró a un Ibiza amarillo que estaba estacionado y en el cual tres jóvenes se iban a subir,  a los cuales obligaron a subir, a uno de ellos a golpes porque les dijo que no era ningún pendejo, y tal parece que así fue porque al llegar a los separos minutos después fue liberado sin que llegara ningún familiar”.

 “El médico legista ni te revisa, ponen lo que los policías dicen. Si ya estás ahí su palabra es ley y quien reclama derechos o se atreve a decirles que son arbitrarios en respuesta recibe insultos y una golpiza”, lamentó Abel.
860 la multa, dice policía de guardia a familiares de detenidos
Ante quien esto escribe, quien acudió a liberar a dos detenidos, el policía de guardia aborda a quienes van por algún familiar o amigo, le manifiesta que la multa es de 860 pesos y le “reza” los “delitos graves” (dice) por lo que “se le trajo”, aunque la detención fue por caminar con otros dos con un machete en mano.

Los lleva a una esquina y en voz baja inicia una negociación y después de varios minutos recibe el dinero y se dirige supuestamente a la oficina del Juez Calificador para  “pagar” la multa y en menos de dos minutos regresa y le grita a sus compañeros: “ (fulano de tal)  sale”, sin entregar ningún recibo de pago.

El acceso hasta los separos es restringido y sólo se permite pasar  una vez que los infractores al Bando son “revisados” por el médico legista, quienes sólo se concretan a rellenar el papel sin revisar ni preguntarle nada al arrestado, por lo que no se percata que algunos de ellos fueron subidos a las patrullas a golpes y que durante el trayecto a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública les dieron otra “recia” por reclamar sus derechos.

 Los tratos del pago de las multas las negocia los policías de guardia de los separos, no el Juez Calificador, pues a los familiares no les permiten llegar a él, por lo que los uniformados reciben el dinero y poco después ordenan la libertad de la persona sin entregar ningún recibo de pago.

Cruce de información arrojaría el negocio de la policía

Un cruce de información entre los ingresos de detenciones y el pago de multas que haya recibido el Juez Calificador esa noche, determinaría de manera contundente el gran negocio que realizan los policías de guardia y cuyo dinero, sin lugar a dudas, va a parar primero al comandante de guardia, sin tomar en cuenta que el policía podría no reportar todo el dinero recibido como pago de la multa, pues es él y no el juez que realiza la negociación de la multa.

Eran más de 30 los detenidos, entre hombres y mujeres, a quienes los policías les permiten realizar llamadas telefónicas, no como un respeto a uno de sus derechos, sino para que su familiar “venga rápido con 500 pesos y te podamos echar la mano”, le aconsejan a uno de los detenidos recién llegado de una razia realizar en La Zapata.

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