sábado, 22 de julio de 2017

TERCERA VÍA Alianzas y/o candidaturas independientes: una agenda común. Ernesto Rivera RodríguezERNESTO RIVERA RODRIGUEZ

ERNESTO RIVERA RODRIGUEZ

Aspirar a dirigir el municipio de Acapulco es un asunto serio ahora y después de ser testigos en lo que se ha convertido la presidencia municipal y elite que lo gobierna: frivolidad, más audacia que talento y una falta total de respeto a las instituciones.

Por ello la búsqueda de una identidad que acumule el mayor posible de positivos para abanderar una nueva alianza socio política ante la debacle de los ya impopulares partidos políticos –en una alianza bajarían los negativos- o encontrar un perfil para la candidatura independiente arropado por el consenso social, se ha vuelto un imperativo que permita a las masas cohesionase a su alrededor, blindarlo, daría al municipio porteño un nuevo respiro a su agotada circunstancia, envuelto en la turbulencia de la violencia, el desorden social y la falta de servicios básicos, que han sido contenidos en paliativos programas y fórmulas gatopardianas, como el denominado programa “Brigadas Hércules”, de una supuesta “Ciudad Luz” y con una gran cantidad de colonias a oscuras, o la pintura de fachadas a edificios con una total falta de mantenimiento a sus estructuras y servicios, y una permanente y flagrante violación al Artículo 134 Constitucional.

Los ejemplos de los resultados de las candidaturas independientes en el país, desde los procesos de 2014-15 son sorprendentes, es por ello que capitalizar esas experiencias en Acapulco resultaría refrescante con un hombre como Rubén Figueroa Stmutny, como el doctor Marco Antonio Terán Porcayo o el líder obrero Rodolfo Escobar Ávila, sería de gran aliento a los acapulqueños.

Se tendría que deponer el sectarismo para impulsar la esta alianza, para encontrar los causes con ciudadanos y militantes de organismos sociales y políticos, no por pragmatismo, sino por una verdadera coincidencia social.

La búsqueda del llamado “Macron” local es sin duda la búsqueda de un nuevo mesianismo extranjerizante, eso que no queremos, dado que los ensayos con jóvenes han resultado un fiasco y desastrosos supuestamente reformistas que se han quedado en la orilla y se encuentra en el “bordeline” de la razón.

Acapulco requiere de un cambio de timón, de perfil razonable con la experiencia política probada para que en la unción como, primero como precandidato “en una alianza social” como independiente, con un Proyecto de largo aliento Rubén Figueroa Smutny, es no sólo un proyecto para ello sino una realidad tangible, viable y que las circunstancias requieren en estos tiempos de incertidumbre y volver a navegar en los terrenos de la gracia política y social que los acapulqueños exigimos y anhelamos.   

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