Acerca del espiado, Felipe
de Jesús Calderón Hinojosa, le vieron hasta los mails más indiscretos -si es
que los hubo- en torno a la familia. El Big Brother, se dio vuelo, viendo los muros,
correos y portales del ex mandatario. Este se retuerce de coraje y de muína,
pero del suelo no pasa, reza el dicho. En tanto: El hombre de las botas
–también ex presidente de México-, sin embagues: “Siempre he sabido que me
espían, dijo que "igual el expresidente Calderón sí tiene algo que
ocultar: 80 mil muertos".
El voyerismo es una
conducta, que puede llegar a ser parafilica, caracterizada por la contemplación
de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el
objetivo de conseguir una excitación sexual (delectación voyeurista). La
actividad del voyeurista no implica ninguna actividad sexual posterior (Wikipedia)
La palabra voyeur deriva del
verbo voir (ver) con el sufijo -eur del idioma francés. Una traducción literal
podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso.
(Larousse)
El voyeur suele observar la
situación desde lejos, bien mirando por la cerradura de una puerta, o por un
resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara, laptop con
linterna pegada de bajo de la mesa, etc. La masturbación acompaña, a menudo, al
acto voyeurista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un
potenciador de la excitación.
A la tendencia voyeurista se
le asocia frecuentemente la tendencia exhibicionista, esto es, disfrutar
mostrándose, más o menos abiertamente, semidesnudo o completamente desnudo.
Ambas conductas poseen un fuerte componente compulsivo, irrefrenable, mostrando
los sujetos aumento de su tasa cardíaca y sudoración ante la aparición de
estímulos relacionados con dichas actividades. Estos efectos físicos
desaparecen tras la realización del acto voyeurista.
¿Qué me ves güey?
Mirón, curioso, cotilla,
fisgón, espectador, observador, mitotero, chismoso, indiscreto, entrometido,
husmeador, curioso, preguntón, murmurador, maldicente, lengua larga, charlatán,
gárrulo, locuaz, hablador, voyerista, espiar, curiosear, entrometerse. . .Todos
en un solo termino, pues un concepto aunque unidos en su sentido estricto del
lenguaje; en su estructura lingüística, es diverso el significado, para el
significante. ¡Ahí te ves!
¿Espiar es una psicosis?
“Psicosis” es una película de 1960 dirigida
por Alfred Hitchcock. La película se ha convertido en un clásico del cine de
terror y suspense. Espiar, matar es el tema. El cuadro que descuelga Norman
Bates (Anthony Perkins) para espiar a su huésped reproduce una escena bíblica.
En concreto, plasma la historia de “Susana y los viejos”. En ella, dos ancianos
espían a una bella joven dándose un baño.
James Bond, el famoso agente
007, espía y es espiado. Un thriller voyerista, que nos lleva por toda la trama
de secretos ya visto; y, cuyo desenlace, se da a medias y termina en la cama,
claro… James Bond; uno termina con el refresco y las palomitas.
Un mal espía se esconde, un
buen espía se integra.
Espiar es una clave para
recopilar información. Todos quieren saber algo que alguien más conoce en algún
momento. Espiar es una herramienta útil para averiguar lo que quieres saber.
Existen diferentes escenarios para espiar, ya sea en tu trabajo, tu casa o en
la escuela. La curiosidad es la tentación detrás del acto del espionaje, y es
útil saber cómo hacerlo.
Lo del voyerismo es la parábola,
la quimera. El placer no radica en el tacto; lo que quiero decir es que quien
acecha no lo hace ante la imposibilidad-posibilidad (manías) de tocar aquel,
aquellos entes, documentos, besos, cuerpos, etcétera; aunque tuviese acceso a
los mismos, el gusto se complace como tal en la invención de saberse blasfemo,
sacrílego, reniego. Es como la analogía del voyerismo-escritura seduce y
convence.
Los neurocientíficos
podrían, algún día, ser capaces de escuchar los monólogos internos constantes
que tienen lugar en nuestras mentes, o escuchar el discurso imaginario de un
paciente con derrame cerebral o con incapacidad para hablar, según un equipo de
investigadores de la Universidad de California, Berkeley. El trabajo, llevado a
cabo en los laboratorios de Robert Knight, en Berkeley, y Edward Chang, en la
Universidad de California en San Francisco, ha sido publicado en 'PLoS
Biology'.
Al final, el voyerista, es
hastiado y su secreto aunque descubierto, queda en él el otro secreto; pues en
la vida nada es pleno, menos el espiar, pues es una insatisfacción como los
celos de un ser humano desequilibrado.
*GradoCero_Gro
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