sábado, 7 de septiembre de 2013

MIRADA DEL DOMINGO ¿El Bicentenario de los Sentimientos de la nación a la altura de las Circunstancia históricas actuales? Remodelación de la plaza Primer Congreso de Anáhuac ¿Cómo que un argentino habla por los mexicanos? Por: Isaías Alanís

En pocos meses, quizá días, se transformó el centro simbólico de la Ciudad Capital del estado de Guerrero. Chilpancingo una pequeña urbe de paso al puerto de Acapulco, la villa importante durante la luchas de independencia y centro telúrico de las grandes transformaciones de México con la instalación del Primer Congreso de Anáhuac y centro de palancas donde se gestó el México de leyes y el inalcanzable sueño que José María Morelos y Pavón y otros patriotas diseñaron en la letra viva, todavía sin cumplir a cabalidad de los Sentimientos de la nación. 

A 200 años de aquel evento de trascendencia, la palabra de Morelos, la voz de los sentimientos de la nación, está más viva que cuando fue escrita. El primer punto de esa ley, ahora que se gesta la entrega de los energéticos a imperios extranjeros, entre los que destacan Estados Unidos y España, y que somos espiados hasta si encendemos el auto o el refrigerador porque los gringos quieren el petróleo y la electricidad en sus bolsillos; y en caso de llevarse a cabo la firma, México serían un protectorado de los Estados Unidos y la figura presidencial sería de mero ornato como en las repúblicas bananeras de centroamericanas de los Rafael Leónidas Trujillo, papa Doc y compañía.

La vigencia de los Sentimientos de la nación signados en Chilpancingo, podría ser una arma para los nacionalistas mexicanos que van a comenzar una lucha contra las leyes propuestas por EPN como lo dice a la letra el documento d Morelos: “que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al Mundo las razones…”.
El argumente del siervo de la nación es letal en estos tiempos de ofertar al país en venta de garaje al mejor postor y a plazos con monedero electrónico y con premios adicionales: por invertir en México, gozarán de la no aplicación de impuestos por cien años.
El punto cinco podrá hacer tambalear a las cámaras de diputados y senadores por la falta de congruencia y nacionalismo: “que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las Provincias en igualdad de números…”.
Del apartado 9 al 11, los Sentimientos son enfáticos en lo que se ha convertido la carnicería de la patria: “que los empleos sólo los Americanos los obtengan. Que no se admitan extranjeros, si no son Artesanos capaces de instruir, y libres de toda sospecha. Que los Estados mudan costumbres, y por consiguiente la Patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español…”. Y una consigna que se han pasado por el arco de la corrupción, todos los presidentes de Salinas a Calderón y su corte de lacayos que hoy gozan de inmensas fortunas a costa del pueblo mexicano, y que conste no les pongo nombres porque se llenarían planas de nombres de mujeres y hombres que se han convertido en príncipes rurales a costa del erario público y de la impunidad reinante:
“que como la buena Ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia; y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto…”. Y en cuestiones de ética los sentimientos son precisos: “que la Esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de Castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un Americano de otro el vicio y la virtud…”. Y en soberanía nacional, es más claro que el agua que baja por el culebreado en tiempos de lluvias: “que nuestros Puertos se franqueen a las Naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino, por más amigas que sean, y sólo habrá Puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento…”. Y una práctica común hasta nuestros días no se ha podido erradicar: “que en la nueva legislación no se admita la tortura…”
Y a unos días de la reforma fiscal, los empresarios “patriotas” de México ya piden incrementar los impuestos, y con esto el agobio mayúsculo al pueblo cuando hay recesión económica, fala de empleos desequilibrio en la balanza de pagos, y al imperio encima de México con la condescendencia de la clase política: “que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual de ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la Guerra, y honorarios de empleados…”.

Se hace un llamado a todos los que aún creen en este país a que lean los Sentimientos de la nación proclamados en Chilpancingo y a que ya no vayan a ver a la selección de soccer, que es un reflejo de la mediocridad y espíritu de perdedores de la bola de cáfilas mexicanos que están en el poder. Y para acabarla de amolar, en la tele, entrevistan a un argentino para que hable sobre el nulo desempeño del representativo mexicano. Que boludo les salió este chéazteca.

La celebración del Bicentenario, hasta donde va hasta este domingo, dejó de ser una más expresión de la ruralidad guerrerense. Hasta donde sé, ha habido eventos importantes como la presentación del libro sobre el manuscrito Cárdenas, la emisión del timbre postal, un montón de conferencias en la Universidad Americana de Acapulco, ¿tiene futurismo político realizar estas conferencias picudas en una universidad privada, será acaso porque los dueños son miembros de la familia real Ruiz Salinas? Y un buen número de eventos de gran trascendencia para Chilpancingo, una ciudad olvidada que hoy gracias a esta celebración comandada por Héctor Astudillo, se ha levantado del polvo como muestra de que en Guerrero, se pueden hacer bien las cosas, y no como es costumbre, de que se programan y presupuestas veinte eventos, y se hace la mitad y la otra mitad es para los bolsillos de los organizadores.

También, dentro del marco del Bicentenario, le tocó a Mario Moreno Arcos, la remodelación de la plaza Primer Congreso de Anáhuac y el hermoseamiento de avenidas y parques. No se olvide que el diseño de la actual plaza se hizo siendo gobernador Alejandro Cervantes Delgado y como presidente de Chilpancingo el Dr. Alberto Saavedra Ramos.
Bien por el ayuntamiento que en este mismo periodo ha iniciado una serie de hermanamientos con capitales del país. Me llama mucho la atención el hermanamiento con la  capital veracruzana de Xalapa, que cuenta con una amplia infraestructura cultural y con la que se podrían realizar intercambios culturales. Xalapa será la sede del festival internacional Hay festival a donde acuden escritores ganadores del premio Nobel. Bien por Mario Moreno y su equipo de trabajo.

Esperamos poder asistir a los festejos del Bicentenario de aquí al 13 de septiembre, si es que invitan, para que en una próxima Mirada del domingo, realizar una crónica digna de tan importantes eventos que se han realizado y por celebrarse en la capital del estado de Guerrero.

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