OSCAR MEMIJE FRANCO |
El Centro de Recreación familiar “Ignacio Manuel Altamirano”, mejor
conocido como Parque Papagayo, fue fundado el 28 de febrero de 1981, como un
gran espacio recreativo y familiar, con una amplia reserva ecológica,
recreativa y turística localizada en el puerto de Acapulco, Guerrero, al sur de
México. Es uno de los principales atractivos naturales del puerto, paradójicamente
parece estar condenado a un deterioro ambiental irreversible por la mala administración
de sus directivos que priorizan la generación de ingresos económicos por la
renta de espacios para actividades comerciales en detrimento de este hermoso pulmón
ecológico.
El deterioro es inocultable, producto de la arcaica ofrenda, pago de cuota
o componenda política que prioriza el nombramiento de funcionarios que no
tienen el perfil ni compromiso con la naturaleza.
La contaminación de aguas almacenadas en los lagos y el creciente
comercio ambulante que rinde culto a la comida chatarra, así como ropa, calzado
y flores y espacios de estacionamiento de autos, cada día ganan espacios a la
vegetación.
Los comercios más prósperos, como la feria de juegos mecánicos que se
instala más de medio año en uno de los accesos al centro recreativo por la avenida
Cuauhtémoc, así como las albercas, el Papagayo Aventure y las canchas de fútbol,
rompen con la armonía natural y generan contaminación visual.
El tema ambiental no ha sido atendido como política prioritaria interna
del Parque Papagayo, los encargados de su administración no han sabido
sustentar el progreso, ni hay un equilibrio ecológico en el desarrollo del
centro recreativo.
En la gestión ambiental no han contribuido, lo que demuestra el
desinterés y seguro desconocimiento por parte de funcionarios que han sido
nombrados directores como pago de cuota de partidos políticos, desde hace
varias administraciones.
Es urgente planear proyectos que promuevan la calidad ambiental con el
desarrollo sustentable al interior del Parque Papagayo. Es inadmisible no
atender acciones importantes a favor de la naturaleza en ese pulmón
ecológico de Acapulco.
La alta deforestación en varias zonas del Parque “Ignacio Manuel
Altamirano”, es alarmante. Este lugar debe ser considerado Área Natural
Protegida, sus administradores deben asumir la misión de conservar la
biodiversidad a través de un manejo integrado que asegure la instrumentación de
políticas ambientales y promoción de una cultura de respeto a su flora y fauna,
para garantizar a las futuras generaciones este invaluable patrimonio
ecológico.
El parque Papagayo debe ser un espacio recreativo, que se pueda
disfrutar con la familia y que también sirva a sus visitantes para oxigenarse y
ejercitarse con un entorno natural y en contacto con los animalitos que ahí se
logren reproducir en libertad, como iguanas, venados, ardillas y distintas
especies de aves.
Este debe ser un espacio valorado y apreciado por acapulqueños y
turistas que gustan estar en contacto con la naturaleza, que cuente con estrategias
y herramientas para la seguridad de todos los que ingresen a sus instalaciones.
La política pública que un titular del Parque Papagayo debe implementar
de manera permanente debe ser para generar conciencia y respeto a la naturaleza
a través de pláticas y talleres. La enseñanza de valores ambientales, a quien
visite el parque desde la infancia, es una forma de generar cambios de visión y
de apreciación de la naturaleza.
Estas políticas se pueden amalgamar, por ejemplo, con los contenidos de libros de texto de la materia de Ciencias
Naturales de quinto grado de primaria, y realizar observaciones sobre la
conducta humana, con recorridos y experiencias con la participación de
estudiantes y grupos ambientalistas, para aportar información valiosa sobre la
problemática y promoción de valores ambientales en los niños, como el respeto a
la flora y fauna, y el manejo responsable del agua y desechos orgánicos e
inorgánicos.
Sin duda hay mucho trabajo por hacer por el Parque Papagayo, por esa
reserva ecológica que en algún momento fue nuestra, pero que en la actualidad
nos la están arrebatando, por la designación de malos administradores que no
tiene interés, ni voluntad, ni respeto al medio ambiente.
Mail: oscarmefo@gmail.com
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