EFRAÍN FLORES IGLESIAS |
La elección que se llevó a cabo este 5 de junio en 14 estados de la
República (12 gubernaturas, presidentes municipales y legisladores en Baja
California y la de asambleístas constituyentes en la Ciudad de México) dejan
lecciones importantes. Desde luego que el gran perdedor es el PRI, el partido
al que pertenece el presidente Enrique
Peña Nieto.
Por supuesto que esa derrota se la están endilgando a Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien
desde ayer está descartado para la carrera presidencial. Sus pronósticos le
fallaron. No logró las 9 gubernaturas que se propuso. Y con él pierden también
sus colaboradores y aliados. ¿O no,
Manuel Añorve Baños?
El PAN fue el gran ganador. Le sirvió la alianza que estableció con el
PRD. Lo curioso de todo es que el Sol Azteca perdió terreno político. Fue
derrotado en Oaxaca y la Ciudad de México. Su futuro se percibe complicado. Es
muy probable que en 2018 su militancia se divida; una parte se irá a Movimiento
Regeneración Nacional (Morena) y otra con el que sea candidato del PAN a la
Presidencia de la República.
Claro, todo puede cambiar de aquí a julio de
2018. En política no hay nada escrito.
El eterno candidato presidencial, Andrés
Manuel López Obrador, quiso ganar las gubernaturas de Zacatecas, Veracruz y
Oaxaca, pero sus candidatos no dieron el ancho. Lo único que reafirmó fue su hegemonía
en la Ciudad de México, en donde fue jefe de Gobierno en el periodo 2000-2005,
aunque con una abstención claramente marcada.
El que ha de estar feliz de que a Beltrones le haya ido mal en los
comicios de este domingo, es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, porque de esa manera se deshace de un
serio competidor en la nominación del abanderado del PRI en 2018.
Mientras que el panismo está de júbilo y preparándose para intentar
regresar a Los Pinos, de donde
salieron en 2012. Lo correcto es que los panistas no se confíen porque el PRI
es experto en simular que está en la adversidad y de repente sorprende que gana
en las elecciones más complicadas. O sea, el dinosaurio puede resurgir. Al
tiempo.
ENTRE OTRAS COSAS… Mientras a Manuel Añorve Baños le fue mal
ayer, otros guerrerenses les fue bien en la elección de este 5 de junio. El
panista Jorge Camacho Peñaloza fue
el coordinador general de la campaña de Javier
Corral Jurado, quien derrotó al PRI en Chihuahua; y el priista Mario Moreno Arcos dio buenos
resultados en el estado de Tlaxcala, en donde Marco Antonio Mena Rodríguez se alzó con el triunfo.
Mario Moreno operó en Tlaxcala para fortalecer la campaña de Marco Mena,
quien tenía complicada la elección en aquella entidad. Por lo tanto, al ex
alcalde de Chilpancingo le esperan buenas cosas.
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