martes, 10 de enero de 2017

EPÍSTOLAS SURIANAS (Carta al Presidente) De Julio Ayala Carlos



CUANDO LOS GOBIERNOS no tienen dinero, o les es insuficiente el que tienen, como el tuyo, o piden prestado a los organismos internacionales, endeudando más al estado;  echan a andar la maquinita para imprimir billetes, ocasionando con ello mayor inflación, o incrementan uno o varios impuestos, como tú lo hiciste, afectando con ello, aunque digas lo contrario, al grueso de la población, como es el caso, al incrementar el precio de los combustibles.

Y es que, si bien el grueso de los mexicanos, entre ellos los campesinos no tienen carro, como dice en son de burla el antipático secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo, con el incremento al precio de las gasolinas se incrementaron todos los productos, y por supuesto, los servicios, desde el servicio del transporte, el maíz, los huaraches y sombreros, y hasta los frijoles y los huevos, de tal forma que ahora comprar un huevo,  en verdad que cuesta un huevo.

Por eso tienen razón quienes protestan, más allá de que la propiedad del petróleo ya no es nuestro, aunque ciertamente no se justifican los saqueos, pero se entienden por el agravio y enojo que se tiene en prácticamente todos los sectores sociales. Y es que, por si no lo sabes, siempre es en los sectores de la sociedad menos favorecidos donde más se recienten los impuestos, la crisis, la corrupción, y las malas decisiones de las autoridades.

Y tú preguntas que qué hubiera hecho uno ante tal situación, es decir, para que el gobierno se hiciera de recursos dado la falta de éstos? Por supuesto que la educación y la salud no pueden paralizarse, como tampoco muchos otros programas de asistencia social, que son de fundamental importancia para mitigar la pobreza y marginación en la que viven millones de mexicanos. Por supuesto que el gobierno tiene que tener recursos para ellos, pero…

Cierto es que al gobierno ya no le prestan en el extranjero, y echar a andar la maquinita que imprime billetes no es la mejor solución para el propio gobierno. Incrementar los impuestos es una buena medida, pero…. Pero por qué carajos cargársele a las gasolinas, cuando todo mundo sabe que cada vez sube de precio se incrementan los precios de todos los productos, incluyendo los huevos que, como ya dije, cuestan un huevo comprarlos.

Es obvio, Presidente, que tú no sabes lo que cuesta un huevo, que no tienes ni idea de lo que cuesta un kilo de tortillas, y mucho menos te imaginas qué carajos se puede comprar con lo de un salario mínimo que no llega ni a los 90 pesos, es decir, unos cuatro dólares. Es indudable que tú, y tu secretario de Hacienda, ni siquiera les pasa por la mente lo que hay que hacer para tener huevos.

Y usted pregunta que qué hubiera hecho uno, como si no hubiera existido otra alternativa que gravar más a las gasolinas, y no porque uno a diario esté comprando cientos y miles de litros del combustible, sino porque con el alza en su precio se han disparado los precios de todos los productos de la canasta básica, e incluso aquellos que para su elaboración no se requiere del uso de combustible.

Si. Nos pregunta qué hubiéramos hecho para que el gobierno tuviera los recursos necesarios para que los servicios de educación y salud no se paralizaran, y la respuesta, Presidente, la tiene incluso qien no sabe de economía política ni de políticas económicas, pero que tal parece que sabe más de finanzas que sus funcionarios de Hacienda. Bueno, lo sabe hasta Andrés Manuel López Obrador, a quien ahora, lo reconozco, le doy la razón.

Así es. Ese cuento chino de que el precio de las gasolinas subieron por el incremento en los precios internacionales del petróleo, ciertamente da hasta risa. Y es que, cómo es que hace un año hubo recortes presupuestales por la baja en el precio del petróleo, y ahora que nos dicen que ha subido, le suben a la gasolina? Y entonces, de qué chingados nos sirve que el país sea petrolero? Carajo!

Con todo respeto, Presidente, con todo respeto a su investidura, no hay que buscarle chiches a las gallinas, ni hay que seguir fregando más al pobre, que si bien no tiene carro ni compra gasolina, sí reciente el incremento de su precio, porque como ya he dicho, nomás sube la gasolina y todo sube, y eso que somos un país petrolero, por lo que debería costar más barato, pero no, tal parece que tener petróleo es estar chupado por el diablo.

¿Qué hubiera hecho yo, Presidente? Lo mismo que hubiera hecho cualquiera, incluido López Obrador, es decir, reducir los insultantes salarios que percibe como funcionario público tanto jijo de la tiznada por no hacer nada, por joder al prójimo o por ir a aprender en los cargos públicos como el tal Luis Videgaray. Le quitaría las pensiones a los expresidentes y a tanto bandido que se ha hecho rico a costa del erario público, y yo, como presidente, me reduciría el salario para predicar con el ejemplo. Ah, y vendería el avión presidencial.

Deveras, Presidente, es insultante que secretarios, magistrados, consejeros electorales, ciertos gobernadores, alcaldes, diputados, senadores,  y toda esa bola de tipejos que no sirven para nada, no solo ganen hasta 500 mil pesos al mes, sino que reciban aguinaldos millonarios, y más aún, tengan asignados recursos hasta para que traguen. De ahí hubieran salido los recursos que usted dice que faltan, y no cargarle los impuestos, como ocurre siempre, a los que menos tienen. Y en eso, hay que decirlo, tiene razón el tal Obrador.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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