Hoy a los 25 años de edad
y con dos hijas, Anel recuerda sobre los primeros síntomas de la enfermedad
“No hay que rendirse, hay
que luchar y demostrarle a las personas que no se rindan, yo vencí el cáncer”,
expresó Anel, quien a los ocho años de edad, fue diagnosticada con Leucemia
Linfoblástica Aguda Infantil (LLA), uno de los tipos de cáncer que se presenta
en forma más frecuente en niños de dos a 10 años de edad, pero gracias a la
atención oportuna de especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), la paciente a sus 25 años goza de una salud.
Su historia, al igual que
la de cientos de niños que se salvaron la enfermedad, se debió a un tratamiento
de tres años de quimioterapias y cinco años más de vigilancia preventiva, para
lograr el alta definitiva, indicó la
médica hematóloga del Hospital General Regional (HGR) N° 1 Vicente Guerrero,
ubicado en Acapulco, Carmela Hernández Carbajal.
Hoy, a sus 25 años de edad
y con dos hijas, Anel recuerda sobre los primeros síntomas de la enfermedad,
fiebre elevada e inmovilidad de ambas piernas, infecciones, pérdida del
apetito, cansancio, sudoraciones, dolor en huesos y articulaciones, entre
otros.
Originaria de la comunidad
San Pedro Las Playas, la joven fue trasladada de emergencia con esta
sintomatología al HGR N° 1, en donde fue
atendida por los especialistas, y tras unos estudios, le fue plenamente
identificada la enfermedad.
Hernández Carbajal indicó
que con una atención oportuna, 80 por ciento de los casos registrados en el
Seguro Social logran una recuperación total, por lo que insistió en la
necesidad de conocer los síntomas de la enfermedad, mismos que son súbitos, por
lo que se requiere atención inmediata.
Visiblemente emocionada,
Anel reconoció la atención oportuna que recibió del personal del Seguro Social,
principalmente de parte de la hematóloga, el cual fue de calidad y de calidez, y recordó: “mi
cáncer me lo detectaron a los ocho años, me siento muy agradecida primeramente
con Dios, con los doctores, con mi hematóloga Carmen Hernández y con el Seguro
Social más que nada por el tratamiento que nos dan y que son tratamientos que,
uno que es de bajos recursos, no puede pagar”.
Actualmente, la
derechohabiente vive con su madre y dos hijas. Estudio hasta le preparatoria y espera el siguiente ciclo escolar iniciar
estudios de enfermería. “El IMSS no es
malo como lo dicen, hay médicos muy buenos y las pruebas están aquí, yo que
seguí mis tratamientos, fue duro pero agarras valor para seguir adelante y
estoy agradecida porque ahora soy fuerte y pase lo que pase no se puede
rendir”, indicó Anel.
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