Divisionismo
y fuertes pugnas internas, ahora exhiben a un PRD como institución política
débil, poco confiable y que va en caída
libre que lo llevará a su desaparición, de cara a los comicios del 2018.
Tan
mal andan las cosas al interior del otrora poderoso PRD, que en su última
sesión del pasado domingo 26, a su Consejo, sólo asistieron 90 de 257 consejeros y faltaron representantes de
cuatro corrientes (tribus).
A
la farsa que los perredistas denominaron “Sesión del Consejo” solo acudieron
quienes regentean al PRD: Alianza Democrática
Guerrerense (ADG) de Celestino Cesáreo; Movimiento Alternativo Social (MAS) de
Bernardo Ortega; Izquierda Progresista Guerrerense (IPG) de Ángel Aguirre
Rivero; Foro Nuevo Sol (FNS) de Juan Adán Tavares; Nueva Mayoría (NM) de Evodio
Velázquez y Amador Campos.
Sin
quórum de por medio, los representantes de estas tribus “sacaron un acuerdo”
por escrito (patito): Atacar al gobernador Héctor Astudillo, por órdenes de la
perdedora ex candidata a gobernadora, Beatriz Mojica, quien, iracunda, les daba
instrucciones vía teléfono celular, porque sigue con su campaña de lodo contra
el mandatario estatal.
“Terminó
el año de gracia y no hay resultados de Astudillo en seguridad, señala el
Consejo Estatal del PRD”. No todos los consejeros perredistas aprobaron el
susodicho acuerdo contra el gobernador Astudillo. Hay quienes no levantaron la
mano.
Pero…
¿Con qué calidad moral el PRD se atreve a criticar al gobernador Astudillo, si
la ola de violencia se registra en municipios donde hay más hechos de sangre y
muerte, como Acapulco, gobernado por el novato y gris alcalde Evodio Velázquez
Aguirre?
Lo
que no quieren recordar los perredistas es
cuando gobernó el “perredista” Zeferino Torreblanca Galindo, durante
todo un año del 2005 al 2006, no hizo ninguna obra en Guerrero. Zeferino y su
equipo no hicieron nada; sólo cobrar elevadísimos salarios y rascarse la panza.
¿Se lo reprochó el PRD?
Pero
hay más: Cuando Rogelio Ortega Martínez gobernó un año –del 2014 al 2015-, éste
fue más cínico e ímprobo, pues no hizo ninguna obra digna de presumir ni
recordarse.
Rogelio
y su banda durante un año se dedicaron al saqueo, desvío y malversación de
recursos del erario público que los convirtió en nuevos millonarios, al estilo
del ex mandatario delincuente de Veracruz, Javier Duarte.
El
PRD siempre quedó callado y se convirtió en cómplice de actos de corrupción del
gobierno orteguista. Durante un año del gobierno de Rogelio Ortega, Guerrero
perdió mucho: se rezagó, no hubo obras ni inversiones, creció el desempleo, la
delincuencia y la violencia.
Los
perredistas y sus líderes sufren de amnesia, pero a la vez exhiben su
divisionismo y debilidad ante la cercanía del proceso electoral del 2018, y
critican al gobernador Astudillo.
Esgrimen
que Héctor repite “esquemas que no han funcionado”. Los perredistas no proponen
qué esquemas son los nuevos para mejorar la seguridad en el estado.
A
la sesión del Consejo del PRD no asistieron los dueños de las siguientes
tribus: IDN de Óscar Chávez; GG de David Jiménez (sin) Rumbo; UIG de Víctor
Aguirre y Coduc de Sebastián de la Rosa.
Estas
cuatro tribus son las que aglutinan al mayor número de militantes y
simpatizantes del PRD. Así que el Consejo perredista no tuvo quórum; ningún
Notario Público dio fe del evento, ni certificó legalidad; es decir: El Consejo
del PRD, careció de validez jurídica legal, y solo exhibió divisionismo y
debilidad ante la opinión pública.
MARCIAL,
PELEA “CARIÑO” DE AMLO.
El
ex rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Marcial Rodríguez
Saldaña, debe ser masoquista como para soportar humillaciones de los dirigentes
estatales del partido Morena (Pablo Amílcar Sandoval), quienes no lo quieren
ver en esa ínsula propiedad del Peje.
Marcial
debe extrañar mucho el poder, porque desde el inicio de la década de los
noventa, fungió como rector de la UAG, donde hizo fortuna, pero cometió
garrafal error: Corrió y despóticamente humilló a muchos operadores políticos
que lo llevaron a ocupar el máximo estrado de la ahora UAGro.
Rodríguez
Saldaña, intentó hasta en dos ocasiones ser diputado local y luego federal por
Chilpancingo. Marcial, con todo y el doctorado que presume, fue derrotado en
las urnas por el priista Mario Moreno Arcos.
Luego,
el ex rector de la UAGro, intentó ser candidato del PRD por un distrito de
Acapulco, pero la zeferinista Gloria Sierra, lo tumbó del caballo y desplazó
para darle tal posición a una dama.
Ahora,
Marcial anda haciendo talacha en Acapulco, a favor del Peje AMLO. Ayer apareció
una pésima fotografía donde el ex rector charla con un grupito de ciudadanos.
Rodríguez
Saldaña, criticó al senador Armando Ríos Piter, de quien dijo: “Es un ex
perredista malagradecido porque le debe su cargo a la fuerza que tuvo AMLO en
Guerrero durante el 2012”.
Marcial,
actúa como aquellos colados a fiestas que se auto-invitan, con el riesgo de que
los corran cuando los descubren. El ex rector de la UAGro, se metió a fuerzas a
Morena mediante litigio, y no hizo lo correcto: Prenderle incienso al Peje, y
que èste le diera su bendición. Por eso dicen que: “chango viejo, no aprende
maroma nueva”… Punto.
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